Advierten a comedores compulsivos

LOS ÚLTIMOS días del año son de festejo comer y beber es lo principal en las reuniones con la familia, y también romper la piñata o cantar villancicos.

Sin embargo, si la vida de una persona sólo depende de su comida, puede tener serios problemas de salud.

No poder mirarse al espejo, querer comer siempre, pensar que la ración personal es menor a la de el de al lado y sobre todo, sentir ansiedad por no comer o por haber ingerido de más son signos de un comedor compulsivo.

Diana es miembro del grupo Comedores Compulsivos Anónimos, CCA, y relata su caso.

"Para mí la época navideña era bonita porque yo podía comer de todo, no pensaba en ver a una familia o reunirnos, lo primero que pensaba era 'qué van a dar de comer'.

"Durante las fiestas no me relacionaba, nada más me dedicaba a comer. Me gustaba servir la cena porque podía pellizcar el plato de los demás, y me...

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