Ahogado de la risa

Y ahora, un recuento de los momentos en que uno se da cuenta que realmente vale la pena vivir...

  1. - Cuando te levantas tras una jarra mortal y, después de la obligada pregunta de '¿Dónde estoy?', verificas que: Estás en tu cuarto y tu coche no tiene ningún golpe, es más, está metido en reversa... aunque no tengas idea de cómo carajos llegó ahí.

  2. - Cuando gritas a todo pulmón a la porra del equipo contrario la elegante frase: "¡Chinguenasumadrepinchesculeros!" desde la seguridad de un palco.

  3. - Cuando te notifican que la vieja que te latió toda la noche y que resultó ser la mejor amiga de la novia de tu amigo, está más borracha que tú, anda más caliente que un anafre y, chin, la tienes que llevar a su casa.

  4. - Cuando la misma vieja te confiesa que (...ay dolor) vive sola.

  5. - Cuando después de haberte pasado un alto y no traer licencia de manejo, el siempre confiable patrullero te dice: "Le voy a dar chance jefe, pero vámonos ayudando mutuamente..."

  6. - Cuando te ves al espejo en el baño de un antro y te dices: "Qué pedo andas, cabrón", te felicitas por el aguante que tienes y sales a seguir chupando.

  7. - Cuando se arma una golpiza brutal y tú estás en el bando de los 30 culeros y no en el de los cinco pobres pendejos

  8. - Cuando agarras la última chela de la hielera y el sujeto que más mal te cae de todos los que están en la reunión pregunta cándidamente: "¿Ya no hay chelas?"

  9. - Cuando creías que ya no había chupe en una fiesta y te encuentras en tu cajuela la pata de 'Bacharde Le Blanc' que juraste jamás probar porque dizque dejaba ciego.

  10. - Cuando en una cena familiar en casa de tu novia sentado a la mesa te tiras una flatulencia marca diablo y todos le echan la culpa al...

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