Ahogado de la risa

Si las condiciones son las mismas, creo que primero agarraría a besos a Fidel...

Un grupo de cubanitos escapa de la isla por el mar a bordo de una lancha. Después de sortear todo tipo de peligros y evadir a las autoridades, deciden hacer una escala en un islote que encontraron a su paso.

Ahí, el más viejito sufre un ataque cardiaco que lo pone al borde de la muerte.

El anciano reúne la fuerza suficiente para pedir, como último deseo, una bandera para poder decir adiós a su amada Cuba, que apesar de escaparse de ella, la ama con todo su corazón.

Como ninguno había salido de La Habana con algo más de lo que traían puesto, el grupo de cubanos se puso desesperadamente a buscar en el bote algo que se asemejara a la bandera de su país, pero no encontraban nada útil.

Cuando estaban a punto de rendirse, una hermosa cubanita, de 19 años, interrumpe la desesperada búsqueda confesando que tenía tatuada la bandera cubana en la nalga derecha.

La joven se baja los shorts y lentamente hace lo mismo con su ropa interior para mostrar la bandera cubana plasmada en su fantástico y bronceado trasero.

Ella se aproxima al viejo moribundo y le planta las naylons en la cara.

El viejo comienza a acariciar la bandera, le pesca la nalga con ambas manos y comienza a besar la insignia de su patria con gran pasión.

-Mi querida Cuba -decía el viejo- te digo adiós con gran tristeza... mi tierra... mi bandera... La Habana... te extrañaré tanto...

Luego de 15 minutos de besuqueo constante, el viejo se aparta un poco y da otras instrucciones.

-Oye chica voltéate por favor. Ahora quiero darle un beso a Fidel...

····

Resulta que en el bosque...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR