Ahogado de la risa

Para aquellos que en los cumpleaños, a la hora de partir el pastel, siempre los voltean a ver por su maestría con el cuchillo, les dejamos unos chistes sobre repartidores:

Un repartidor de METRO se encuentra a un niño en el patio de una de las casas en las que entrega el periódico. El pequeño, al verlo, le disparaba con su mano simulando una pistola:

-¡Pum, pum, pum!

Después de una semana así, el repartidor se harta:

-Ya no lo aguanto, ya me tiene cansado ese mocoso.

Al otro día, entra al patio, y observa que el niño está en el techo, entonces el repartidor le apunta con el dedo y simula con rencor:

-¡Pum, pum, pum, y pum!

El niño cae al suelo desde el techo y el repartidor, asustado, corre hacia él para atraparlo.

Cuando lo tiene entre sus brazos, le pregunta:

-Niño, niño, ¿estás bien?

El chico le responde medio inconsciente:

¡Te pasas, mano, yo nunca te tiré a matar!

Un paletero iba pedaleando su triciclo con lentitud, mientras un repartidor de pizza va hecho la mocha porque estaba a punto de cumplirse la hora límite de entrega. El pizzero va rebasando por la derecha y metiéndose por todos lados, hasta que en un cruce se pasa el alto y arrolla al paletero.

El pobre repartidor de pizza empieza a gritar asustado:

-¡Vale madre, ya maté al paletero! ¡No puede ser!

En eso, un curioso se acerca para brindarle primeros auxilios al herido y le pregunta desesperado:

-¡Señor paletero, dígame lo que tiene para decirle a la ambulancia, por favor!

Entonces, el paletero abre los ojos y empieza a murmurar:

-Coco, limón, maracuyá y nuez. Baratos, baratos, de a cinco y de a diez.

Están dos vagabundos junto a la carretera, cuando un camión repartidor de cerveza se estampa contra el muro de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR