Ahogado de la risa

Nada más por si no quiere comenzar el año con la visita de la cigüeña, van estos chistes para que no olvide cuidarse.

Llega una llamada a urgencias:

-¡Por favor, vengan de inmediato! ¡Mi novia se acaba de tragar el condón!

Un equipo de paramédicos estaba a punto de acudir en su ayuda, cuando entra otra llamada del mismo muchacho:

-Nada más para avisarles que ya no hace falta que vengan, encontramos otro condón...

Tres mujeres estaban hablando de los métodos anticonceptivos que usan:

-Pues yo prefiero los condones.

-Desde yo desde hace años que uso pastillas anticonceptivas.

-Yo soy más simple y uso el método de la cubeta.

-¿De la cubeta? ¿Cuál es ese? -preguntan al unísono las dos amigas.

-¿Recuerdan que mi marido es más chaparro que yo? Pues cuando tenemos sexo él se sube a una cubeta para poder alcanzar, entonces cuando le veo los ojos vidriosos y como que ya va a terminar... ¡Pum! Le pego una patada a la cubeta.

Una muchacha, aferrada a casarse con su novio a cualquier precio, intenta quedar embarazada picando con una aguja sus condones:

-Oye Manuel, te traje estos condones especiales para que los probemos hoy en la noche.

El joven, quien sospecha de algo raro, le sigue la corriente pero decide usar un condón nuevo para estar seguro. Por la noche, después del acostón, él se levanta al baño mientras ella le dice:

-Manuel, ¿y si del condón se escapó uno de tus "amiguitos"? No estaría tan mal casarse y cuidar al bebé. ¿Qué nombre le pondríamos?

Manuel hace un nudo en el condón usado, lo tira al baño, jala la cadena y dice:

-¡Pues si escapa alguno de esta podemos ponerle Houdini!

Entra un hombre en una farmacia, atiborrada de niños en ese momento, y le grita al encargado que estaba en la bodega:

-¡Oiga, déme un paquete de condones!

El encargado le hace señas con un dedo en un ojo intentando que el tipo se de cuenta de la presencia de los niños. Sin embargo, el cliente grita otra vez:

-¡Ya, un paquete de condones que traigo prisa!

El farmacéutico, otra vez, le hace señas con el ojo. El tipo entonces contesta:

-¡Chinga, no los quiero para mi ojo sino para mi pito!

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