Ahogado de la risa

Para aquellos que se ganan la vida sacando y metiendo cosas por diversos agujeros, aquí van los chistes de hoy.

Una señora que estaba bastante pasadita de peso, al sentarse en la taza del baño se queda atorada y desesperada llama a su marido.

- ¡Justo, ayúdame por favor!

- Vieja, ¿qué te pasó?

- Mira nomás desgraciado, por no hacerme caso dejaste la tapa levantada y cuando me senté me fui hasta el fondo y me quedé atorada. ¡Ayúdame pendejo, no te rías!

El marido, sin poder contener la risa, llamó al plomero diciéndole solamente que tenía una urgencia. Al informárselo a su esposa, esta se quejó:

- ¡Sí, cabrón, y ahora por tu culpa me va a ver desnuda el plomero! ¡Dame algo para taparme!

Lo único que se le ocurrió al marido fue pasarle un sombrero vaquero que tenía, entonces aquella inmensidad de mujer se lo puso entre las piernas cubriendo sus encantos. Cuando el plomero entró al baño después de estudiar la situación, rascándose la cabeza detenidamente dijo:

- Pues... a la gorda sí la saco, pero el vaquero yo creo que ya chingó a su madre.

Un anciano en consulta con su médico:

- Ay doctor, padezco graves problemas: tengo líquido en la rodilla, cataratas en los ojos y a veces sufro de gota...

- Señor, con esos males usted no necesita un médico... ¡Necesita un plomero!

Suena el timbre de un departamento y abre la puerta una señora.

- Buenas tardes, soy el plomero señora.

- Ah, usted es el que viene por las cañerías.

- No, yo vine por el elevador...

Llega un plomero a un convento a realizar un trabajo de fontanería, se entera éste de que la madre superiora tiene un perico.

- Oiga madrecita, ¿y el perico sabe hablar?

- Por...

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