Ahogado de la risa

Con tanta amenaza del gringo color zanahoria, pone de malas a cualquiera, por eso mejor un poco de humor.

Era domingo en Madrid y el zoológico estaba lleno de visitantes. Todos querían ver la nueva adquisición del parque: un enorme gorila, recién traído de África.

Entre los que acudieron a contemplarlo se hallaba un paralítico gallego en su silla de ruedas.

Ahí andaban todos viendo felices al gorila cuando, de pronto, se produjo una enorme conmoción: el animal se había enfurecido, mostraba dientes y garras, y se daba tremendos golpes en el pecho.

El fiero animal empezó a doblar los barrotes de su jaula. Los rompió por fin y salió de ella.

Espantada, la multitud echó a correr por todas partes.

El pobre paralítico también se apresuraba en su silla de ruedas, pero se iba quedando atrás, casi al alcance del gorila que corría tras la muchedumbre.

Un guardia vio los apuros del desdichado gallego y empezó a gritar para que lo ayudaran: "¡El paralítico! ¡El paralítico! ¡EL PARALÍTICO!".

- ¡No sean canijos..!- grita el pobre gallego- ¡dejen que el pinche gorila escoja!

Un hombre y una mujer entran a una exclusiva tienda en Interlomas.

- Muéstrele a a la dama su mejor abrigo de Mink- dice el sujeto.

El dueño de la tienda va emocionado a la bodega y regresa con un increíble abrigo largo.

Mientras la mujer casi tenía un orgasmo al probárselo, el dueño de la tienda se acerca al sujeto.

- Señor, ese abrigo en particular cuesta 26 mil 500 mil pesos.

- No...

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