Ahogado de la risa

Los hoteles tienen cada historia que si pudieran hablar qué cosas no contarían, pero como no pueden, mejor se las decimos nosotros:

En el elevador de un hotel entran un señor y una señora. Él, muy educado, le pregunta el piso al que se dirige y apachurra el botón, pero con tan mala suerte que al retirar el brazo, le da un fuerte codazo a la dama en el pecho.

El caballero todo colorado se disculpa:

- Señora, si tiene usted el corazón tan tierno como su pecho, seguro que sabrá disculparme.

- Caballero... si lo tiene usted tan duro como el codo, estoy en la 307...

En la recepción de un hotel, la recepcionista pregunta:

- ¿Nombre?

- Bond, James Bond, responde el nuevo huésped.

- Bien, Bond James Bond... -dice la empleada-.

- No. James y Bond aparte -dice el huésped-.

- ¿James Bonaparte?

- James Bond, y ya.

- ¿James Bonilla?

- Apunte 007...

- Lo siento, esa habitación no está disponible.

La esposa que llama desesperada y molesta a la recepción del hotel:

- Por favor, vengan rápido que estoy teniendo una discusión con mi esposo y él dice que va a saltar por la ventana.

De la recepción le responden:

- Señora, ese es un asunto personal.

A lo que la esposa contesta:

- Sí, señor, pero la ventana no se abre, y eso ya es un problema de mantenimiento de ustedes.

Entra Juan a un hotel y pide una habitación.

El encargado le dice que nomás tiene una cama en un cuarto compartido, que nadie quiere porque el otro huésped ronca muy fuerte.

Juan le contesta que no hay problema y decide compartir la...

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