Ahogado de la risa

Ya lo decía mi abuelo, que de borrachos, poetas y locos todos tenemos un poco... ¡Pero también ustedes, por piedad midan sus locuras porque algunos se pasan!

Y terminan en loqueros, como uno al que entró un médico, en una sala llena de locos.

Se encuentra con que cuatro lurias están jugando a las cartas mientras que otro más está encima de un armario. El doctor los mira extrañado y al final le pregunta a los locos que están jugando a las cartas:

- ¿Y ese de ahí qué está haciendo?

- Es un loco -responde uno - ¡Se cree que es una lámpara!

- ¿Ah, sí? - dice el médico - ¡Baja inmediatamente de ahí!

- Oiga, ¿pero qué hace? ¡qué no ve que sin luz no podemos jugar!

* * *

Dos locos planeaban escapar del manicomio.

- "Si la pared es baja la saltamos, ¿va? Y si la pared es muy alta, pues cavamos un hoyo, dijo uno.

- Ándale, entendido, le respondió el otro.

Pero a las tres horas vuelven muy tristes y otro loco les pregunta:

- Oigan chismosos, ¿no que se iban a escapar?

- Sí, pero no se podía, ¡no encontramos ni una mugre pared para saltar!

* * *

Y en ese manicomio pasaba de todo.

- ¡Yo soy el enviado de Dios!, gritaba uno

Se le acerca otro loco y le dice:

- No, ¡Yo soy el enviado de Dios!

Y así, los dos locos discuten.

Entonces, se acerca un tercer loco, y les pregunta:

- ¿Qué pasa aquí?

Y el primero dice:

- ¡Yo soy el enviado de Dios!

Y el segundo dice:

- No, ¡Yo soy el enviado de Dios!

Entonces, el tercer loco dice:

- Un momento... ¡Yo no envíe a ninguno de ustedes, perdedores!

* * *

En un manicomio, un par de médicos están practicándoles exámenes a los locos para ver si alguno había mejorado. Así que pintan una puerta en la pared y les ordenan:

"Vayan a abrirla".

Todos...

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