Ahogado de la risa

Bueno y cómo estamos en el mes patrio y todo, o casi todo, es referencia de ellos, acá les van unos chistajos de lo machos que somos.

Llega el ranchero a su casa, se quita las botas y se acuesta pidiéndole a su mujer que comparta con él la cama; la mujer accede y se acurruca en el brazo de su esposo.

De pronto la mujer le dice:

- Mi vida, tírate un pedito.

El marido arquea las cejas y le responde:

- ¿Que me tire qué?

- Un pedito mi amor.

- ¿Para qué quieres que me eche un pedo?

- ¡Pos, pa' que se vaya el olor a patas!

¿Por qué los mexicanos no pueden jugar billar?

- Porque se comen los tacos.

Están dos charros en la cantina y uno le reclama al otro:

- ¡Oiga, compadre! ¿Usted anda diciendo que yo tengo hemorroides?

- No, yo nomás dije que cómo que se le sentían.

Llega un mexicano a pedir trabajo a un call center en Los Ángeles y le pregunta el entrevistador:

- Do you speak english?

- ¿Cómo dice usted?

- Do you speak english? -insiste el reclutador.

- ¡No lo entiendo!

- Le pregunto que si usted habla inglés.

- ¡Ah sí, perfectamente!

Dos campesinos están platicando en su pueblito. En eso, el primero dice:

- Ay, los Estados Unidos es un gran país y la gente quiere mucho a los latinos. Allá en los Estados tu puedes entrar en cualquier bar de la calle y te dan la bienvenida, te compran todos los tragos que quieres, te dan comida, y todo es...

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