Ahogado de la risa

Apenas va arrancando su semana, pero no se preocupen estos chistes les harán el día.

¿Qué tienen en común un fin de semana y un murciélago?

¡Ambos pasan volando!

- Mamá, mamá, en la escuela me llaman bruja.

- ¡Pero bueno! ¿Y tú que les dices, hija?

- Nada. Los convierto en sapos a todos.

- Doctor, un ciego quiere verlo.

- Dígale que yo no hago milagros.

- Doctor, mi mujer tiene tres pechos.

- ¡Ah! Y quiere que le extirpe uno de ellos, ¿verdad?

- No, quiero que me implante a mí otra mano.

- Doctor, doctor, no sé lo que me pasa que cada vez que tomo café me duele el ojo derecho.

- ¿Has probado a sacar la cucharilla de la taza?

¿Cuál es el colmo de un jardinero?

Que lo dejen plantado.

- ¿Padre, qué puedo hacer con mis pecados?

- Ora, hijo mío, ora.

- Son las once y media, padre.

- ¿Nivel de ingles?

- Alto.

- ¿Cómo se dice amarillo?

- Yellow.

- Hazme una frase.

- Quiero un vaso de agua con yellow.

- Contratado.

- A ver Jaimito, dibuja un huevo.

Jaimito empieza a dibujar y se mete la otra mano en el bolsillo.

Otra niña de la clase exclama:

- ¡Señorita, Jaimito está copiando!

El pequeño Jaimito pregunta a su padre:

- Oye, papá ¿tonto se acentúa?

- Con los años, hijo, con los años, le contesta el padre.

- Jaimito, ¿cómo te ha salido el examen de matemáticas?

- Pues más o menos como a los del Polo Norte.

- ¿Cómo a los del Polo Norte? ¿Qué quieres decir?

- De cero para bajo mamá, de cero para bajo!

El profesor de lengua descubre a Jaimito distraído mirando...

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