Ahogado de la risa

Hay a quienes les gustan cortitos, pero sustanciosos. Siéntate a gozar los chiquitos, seguro te gustan:

Este era un niño que se sube a un pesero y le dice al chofer:

- ¿Cuánto cuesta el pesero?

A lo que el conductor le responde:

- Pues 10 pesos.

Y el niño le dice:

- ¡Sale, que se bajen todos porque lo compro!

Llega un hombre a un hotel:

- ¿Me da una habitación con baño?

- Le damos la habitación, pero el baño se lo tiene que dar usted.

En la escuela, la maestra dice:

- A ver Luis, ¿cómo te imaginas la escuela ideal?

- ¡Cerrada, maestra!

Era obvio que no sabía lo que decía.

En la casa:

- ¿Mamá, la estufa tiene dientes?

- No, hijo. ¿Por qué?

- Entonces, el abuelo se prendió fuego.

Llega un señor y le pregunta a su esposa:

- ¿Hiciste café?

Y responde la mujer:

- No, hice verde, pero ya estoy mejor.

Entre compas:

- ¿Cuál es el mejor remedio para un ataque cardiaco?

- Taparse los ojos...

- ¿Taparse lo ojos? ¿Por qué?

- Porque ojos que no ven corazón que no siente.

Un calvo que pasa por la calle y se cruza con un jorobado y le dice burlándose:

- ¿Qué llevas en la mochila?

A lo que el jorobado le contesta:

- ¡Tu peine, cabrón!

¿MUY CHISTOSITO?

Mándanos tus...

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