Ahogado de la risa

Y como lo mío, lo mío es andar en la calle para graduarme con honores en vagancia profesional.

Había una vez un cieguito pidiendo limosna en el Centro Histórico, entonces pasa un turista y le da una moneda. Al dársela, el turista no le atina al vaso del hombre y se cae la morralla, así que el ciego se quita los lentes y la recoge. El extranjero le dice:

- ¡Eres un estafador! ¡No eres ciego!

- Sí, es verdad que yo no soy ciego, pero lo que sucede es que estoy cubriendo al ciego de esta esquina porque se encuentra enfermo.

Entonces, el turista le cuestiona:

- ¿A qué te dedicas?

- Yo soy el sordomudo de a dos cuadras.

En pleno invierno, dos amigos vagabundos preparan sus cartones en el suelo para dormir y uno le dice al otro:

- Si me muero esta noche quiero irme al infierno.

- ¿Por qué?

- ¡Para tener calefacción gratis!

Estaba un hombre tan flojo, pero tan flojo, que no había comido nada en 3 días con tal de no pararse de su cama. Ya muerto de hambre pero sin mover ni un pelo de su lugar, comienza a rezar:

-Dios mío, muero de hambre. ¡Mándame algo de comer, te lo suplico!

Como Dios se había levantado de buenas y en toda la semana no había...

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