Aliria Morales, Silvia Barbescu, Claudia Chapou

AutorNiza Rivera

Miembros recientes del Salón de la Plástica Mexicana (SPM), Aliria Morales y Silvia Barbescu, 2000 y 2006, respectivamente, estarán en una mesa de diálogo como muralistas pertenecientes a esa institución del INBAL, al igual que su colega Claudia Chapou.

Por separado, coincidieron en destacar la fuerza que se puede transmitir a partir de los muros, y al abordar la causa posible de por qué no hay tantas muralistas en México, sus respuestas apuntaron hacia sus colegas del sexo ahora sí que opuesto.

Morales (Ciudad de México, 1950), quien en 2018 expuso obras de gran formato en maza-roca para el Centro Cultural del México Contemporáneo y la Galería de Televisión Educativa con un homenaje al centenario de Juan Rulfo, Poética de la tierra (Proceso, número especial “Vine a Comala…”), cuenta con murales en Argentina y Cuba, y tiene en puerta un proyecto para Huauchinango, Puebla.

Vía telefónica, Morales expresó que el año de pandemia por covid-19 ha sido, quizá, el más prolífico de su carrera: trabajó en la creación de 18 huipiles a partir de bordados viejos, que tituló Petricor. De las huellas que sostiene la vida, a exhibirse en el SPM una vez que se regrese a actividades; realizó cuatro autorretratos a partir de distintos momentos de su vida (Virgen y Bruja, El Miedo, La Angustia y La Mujer Siux), y ahora mismo trabaja en una autobiografía asesorada por la escritora y tallerista Rosa Nissán.

La artista, quien cuenta con murales en la red de hospitales Los Ángeles, como Somos Vida, ubicado en la sede de Linda-vista, refirió que a lo largo de su carrera ha vivido diversas vicisitudes como muralista y mujer:

Me corrieron del Movimiento Muralista Mexicano (MMM) por no quedarme callada.

Cuenta:

En 2009, cuando fui invitada a Cuba por Rafael Carralero (escritor, narrador y presidente de la Asociación de Intercambio Cultural José María Heredia), pedí plasmar mi obra en algún hospital, y finalmente me concedieron un espacio en el Materno Norte de Santiago de Cuba, y mis entonces 'compañeros' del MMM, lidera-dos por Polo Castellanos, me dieron la espalda por no cederles una parte del muro, y me corrieron de manera indirecta.

Hay mucho machismo en pleno 2021 y en el centenario del muralismo. Con el tiempo aprendí a defenderme, me costó, pero si eso sucede en el siglo XXI, podemos entender por qué no hay tantas muralistas.

Barbescu

En esto coincide por su cuenta la artista Silvia Barbescu, quien compartirá con Morales una mesa de diálogos en el SPM...

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