Álvarez-Buylla y los múltiples rezagos del Conacyt

AutorJudith Amador Tello y Armando Ponce

Excesos en el gasto público, duplicidades tanto en lo laboral como en las convocatorias para becas, apoyo a empresas trasnacionales y nacionales que no impulsan el desarrollo y la soberanía científica y tecnológica de México, falta de recursos a proyectos de investigadores de instituciones públicas, precariedad laboral y la consabida fuga de cerebros.

Tal es la situación en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), heredada por años de neoliberalismo y corrupción, según el diagnóstico elaborado en seis meses por su directora María Elena Álvarez-Buylla, egresada de la licenciatura y maestría en ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y doctorada en la Universidad de California, en Berkeley.

La especialista en diversidad biológica, ecología y genética molecular, Premio Universidad Nacional 2010 y Ciudad Capital "Heberto Castillo", entre otros, atribuye a ese diagnóstico y a la aplicación de nuevas políticas para su corrección, el escándalo y golpeteo mediáticos que la han seguido desde que fue invitada a ocupar el cargo por el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante la etapa de transición.

La contratación del joven David Alexir Ledesma como subdirector de Comunicación; la falta de recursos para que un grupo de niños asistiera a una Olimpiada de Matemáticas, cuyos boletos de avión ofreció pagar el cineasta Guillermo del Toro; El Memorándum de Austeridad del gobierno rechazado por integrantes del Foro Consultivo Científico y Tecnológico; la posibilidad de suspender viajes a investigadores; y hasta el comedor de los trabajadores, han sido la nota del día a día que ha debido salir a aclarar la investigadora.

El 25 de febrero pasado el pintor Francisco Toledo, la investigadora Cristina Barros Valero, la médica Elena Khan, el defensor de derechos humanos Miguel Concha Malo y el ingeniero agrónomo Antonio Turrent Fernández, entre otros investigadores, expresaron en una carta su apoyo a la científica ante la "campaña de desprestigio en redes sociales sin proporción" que consideran "una respuesta cobarde de los intereses que ha tocado..." (http://derechoshumanos. org.mx/category/medios/otros-medios).

Entrevistada por Proceso en sus oficinas del Conacyt, la bióloga afirma que hay una tendencia mundial para que "la ciencia, entrecomillada" y el desarrollo tecnológico sean acotados por los intereses trasnacio-nales, que permearon incluso las convocatorias para becas de la institución.

Su propósito ahora es "generar políticas públicas más comprometidas con hacer de México un país más soberano, independiente, justo y equitativo", y respetuoso del ambiente, "porque se ha destruido muchísimo como efecto secundario de los intereses de las grandes corporaciones... ahora tendremos criterios claros de restauración ecológica y, obviamente, de solvencia epistemológica, porque cuando se supeditan la ciencia y la tecnología a los intereses corporativos se olvida inclusive el principio fundamental de la ciencia, que es el conocimiento".

Por años, el Programa de Estímulos a la Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación (PEI) destinó recursos a empresas trasnacionales, como Bayer, Monsanto, Honeywell, y hasta automovilísticas, como Volkswagen, Ford, Chrysler. En listas que pueden consultarse en internet aparecen igual las empresas Mabe, Acros Whirlpool, Porcelanite Lamosa, Crest, Novartis Farmacéutica, la compañía de helados Milky Mich, la clínica dental Smile Center, una deshi-dratadora de chiles, una mezcalería, empresas turísticas y hasta una importadora y distribuidora de licores.

SegúnÁlvarez-Buylla, se está integrando una base única de información para hacer más transparentes los...

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