Sus amigos Macotela, Pelayo y Trujillo

AutorColumba Vertiz De La Fuente

Hermosillo llevaba dos años radicando en la Perla tapatía y Macotela no lo había visitado.

Mínimo nos hablábamos una vez por semana. Mi mamá salió en algunos de sus largometrajes y mi hermano; varias veces filmó en mi casa. Jaime fue un observador incomparable de la condición humana y la gente considera que era un transgresor. ¡Claro que lo era!, no tenía empacho en mostrar lo que veía con ese don que recibió para analizar las relaciones humanas. Se asustaban o consideraron que era muy atrevido; pero para mí más bien era muy sincero.

Su penúltima película, Un buen sabor de boca, la filmó en la casa de Macotela, exdirector de la Cineteca Nacional. Para el también escritor, que las cintas digitales de Hermosillo no se hayan visto, no se debió a represión:

Ahí no fue censura. Como son proyectos que no pasaron por todas las cuestiones legales de producción y de cumplir con los sindicatos, eran mucho más difíciles de ver. Ahora que estuve en su hogar vi sus últimas cintas, como Crimen por omisión.

Sobre su estancia en Puerto Vallaría con otros colegas, señala:

"Estuve en Navidad con él, luego me fui a Vallarla con unos amigos, nos alcanzó ahí el 2 de enero y retornamos a su casa el día 4. Me quedé en su vivienda hasta la noche del 6. Él estuvo muy bien y muy contento. Se cuidaba por su diabetes, pero tenía muchos proyectos".

-¿Cómo lo conoció?

-Después de El cumpleaños del perro, lo llamé. Estaba yo en Conacine I y le dije que quería elaborar un largometraje con él; me mostró el guión de Matinée, que no me gustó, y le expresé: 'Yo sé que usted trabaja mucho, déme otro guión porque este no me deja satisfecho'. Él me dijo 'no', que su siguiente película era Matinée. Lo pensé 24 horas, y le dije: 'vamos afumar'.

Ahí me di cuenta de lo que llega a hacer un creador cinematográfico. Yo no vi ni la mitad de las virtudes que contenía Matinée, era el guión que había leído; pero el jugo que él le sacaba durante la filmación no tenía nada que ver con lo que percibí. Yo estaba muy contento de haber hecho Matinée. Le compré el siguiente guión, Naufragio, pero se acabó el sexenio y yo ya no lo produje, aunque estuve cerca del rodaje. En agradecimiento, me obsequió el Ariel que ganó por Naufragio.

Por su parte, el director de la Cineteca Nacional, Alejandro Pelayo, ayudante de dirección de Hermosillo en Las apariencias engañan (filmada con Isela Vega y Gonzalo Vega) enfatiza:

El gran valor de Jaime Humberto es que pasa del cine industrial a un cine...

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