AMLO, la austeridad y la ley, burlados en la Conade

AutorBeatriz Pereyra

La partida presupuestal denominada Capítulo 3000, que en 2019 operó con 70 millones de pesos en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), ha sido utilizada para pagar "aviadores" y contratar amigos y familiares de un grupo de funcionarios que se repartieron las 306 plazas que deberían ser usadas exclusivamente para atender a los deportistas de élite del país.

Pasando por alto las medidas de austeridad que el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó desde que asumió -y reforzó a causa de la crisis económica por la pandemia del coronavirus-, en la Conade literalmente regalan el dinero público del Capítulo 3000 a personas que cobran sin trabajar y sólo hacen acto de presencia en las oficinas.

De esas 306 personas, 72 fueron contratadas irregularmente a finales del pasado diciembre, con sueldos mensuales de entre 31 mil y 42 mil pesos, para gastar a como diera lugar un sobrante de 7 millones de pesos y evitar el subejercicio de recursos.

El subdirector de Calidad para el Deporte de la Conade, Israel Benítez, validó con su firma que a esas personas se les pagaran entre cuatro y seis meses como si los hubieran trabajado en 2019. Y durante enero y febrero también recibieron 20% adicional a su salario.

Para lo anterior, un grupo de servidores públicos -que incluye al subdirector de administración, Omar Hernández Pliego; al de Servicios, Jesús Rebollar, y al jefe de Proveeduría, Érick Delgado Blas- simularon haber realizado una sesión del Comité de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector público (CAAS) para "cumplir" con la reglamentación.

Los abusos

En un caso flagrante, Rebollar tiene a su suegra como aviadora y a su esposa, Angélica Flores Salazar, en el área de Desarrollo Humano.

Mediante una "excepción" estos funcionarios evadieron la licitación pública para adjudicar de manera directa los contratos y firmar en diciembre con fecha de junio de 2019 oficios y memorandos para "regularizar" los actos indebidos.

Por instrucciones de Alejandro Arenas Contreras, entonces coordinador ejecutivo de la Subdirección de Calidad para el Deporte, quien renunció en febrero último, Reyna Monroy Audirac fue la responsable de hacer las contrataciones, recoger las firmas de los funcionarios e incluir en la lista a los amigos y familiares del subdirector general de la Conade, Sergio Monroy; del subdirector del Deporte, Adolfo Fierro; del subdirector de Cultura Física, Óscar Juánz Roussell; del director de Alto Rendimiento, Arturo Contreras, y del propio Israel Benítez.

Otras áreas, como la Dirección General, que encabeza Ana Guevara, también incrustaron a sus recomendados, lo mismo que la Dirección de Operación Fiduciaria, que dirige Carlos Fernando Ramírez Barrera, y la Coordinación de Normatividad y Asuntos Jurídicos, de Marisela Rafael. El propio titular del Órgano Interno de Control (OIC) de la Secretaría de la Función Pública (SFP), Fi-liberto Otero, solicitó la contratación de su amiga Yamilé Jaso López.

Así, por ejemplo, Benítez tiene a su sobrino...

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