El de AMLO, un gobierno de "fifís"

AutorMathieu Tourliere

Con el afán de distinguirse de los derroches, la frivolidad y la corrupción que marcaron los sexenios "conservadores" y "neoliberales" del pasado, al presidente Andrés Manuel López Obrador le gusta presumir que su gobierno es "del pueblo, por el pueblo y para el pueblo".

Sin embargo, como en sexenios pasados, 360 altos funcionarios contratados para concretar la Cuarta Transformación (4T) forman un grupo poco representativo del pueblo de México: en un país donde el ingreso laboral promedio ronda los 6 mil 250 pesos mensuales, los funcionarios de primer nivel reportan ingresos netos 33 veces superiores y patrimonios totales que los colocan entre el 1% de la población más privilegiada.

Aparte, en el gobierno actual la toma de decisiones es, todavía, un asunto varonil: ocho de cada 10 personas que ocupan los cargos clave de la administración federal son hombres. Las mujeres están ausentes -o, en el mejor de los casos, apenas presentes- de sectores estratégicos, como el financiero, el agrícola, el energético, el turístico y el de seguridad; hay paridad de género en solamente dos secretarías.

Proceso recopiló los perfiles académicos, las trayectorias laborales y las declaraciones patrimoniales de 360 altos funcionarios, seleccionados con base en un criterio: encabezan estructuras administrativas de primer nivel en las que manejan presupuestos y equipos de trabajo propios. Su forma de acatar las instrucciones de Palacio Nacional y sus decisiones del día a día trazan el rumbo de la 4T.

En cada secretaría se incluyeron los servidores públicos con nivel de secretario así como los 43 subsecretarios y los titulares de los 188 organismos administrativos desconcentrados, entidades apoyadas y que dependen de ellas, entre ellos institutos, comisiones, consejos, bancos de desarrollo, hospitales o puertos. La lista también incluye los equipos directivos de Pemex, CFE, IMSS e ISSSTE, así como los titulares de los organismos autónomos.

Millonarios

El pasado 16 de junio López Obrador y el canciller Marcelo Ebrard Casaubón grabaron un video para comentar su plática telefónica con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Durante unos segundos de descuido, Ebrard movió el brazo y dejó al descubierto su muñeca izquierda, en la cual lucía un reloj Rolex de 14 mil dólares.

El canciller lanzó una mirada furtiva y, discretamente, volvió a esconder el costoso aparato debajo de su manga. Más allá de la cacofonía que desató en redes sociales, la anécdota exhibió la incomodidad de un sector de la élite política y económica del país que forma parte de la 4T y que debe renegar en público de sus privilegios para cuajar en el discurso de austeridad promovido por López Obrador, quien suele afirmar que "no puede haber gobierno rico y pueblo pobre".

Lo quieran o no, los altos funcionarios forman parte de la élite política y económica del país. Las declaraciones patrimoniales que ellos mismos entregaron a la Secretaría de la Función Pública (SFP) muestran un ingreso neto promedio de 2 millones 329 mil pesos anuales -aproximadamente 194 mil pesos mensuales- en 2019; de este monto, 1 millón 361 mil pesos venía de su nómina en el gobierno federal, y 968 mil pesos más...

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