Un amor loco

METRO ENVIADO

TORONTO.- Un hombre que escribe en la penumbra, ciego y desesperanzado, representa el parámetro del ser humano en decadencia. Una mujer joven, lozana y grácil escenifica a la gente en la cúspide de sus sueños.

Y aunque nacieron para estar el uno con el otro, su vida se llenó de frustración en la película Los Abrazos Rotos.

Mateo adoptó el seudónimo de Harry Caine (Lluís Homar) cuando perdió la oportunidad de vivir la felicidad terrenal, 15 años atrás, con su amada Lena (Penélope Cruz).

Invidente, enojado con la vida, triste, se dedicó a escribir y a desahogar sus deseos de ser cineasta contando historias en guiones y textos didácticos.

Ella encontró el escape a su realidad, de limitaciones económicas e injusticias sociales, en la actuación.

Pronto halló un esposo complaciente, Ernesto Martel (José Luis Gómez), quien, de ser su salvación, se transformó en su maldición.

"Harry es la representación del ser humano que no acepta su vida como es y se entrega a otra vida actuada por temor a descubrir su identidad real, por más dura y descabellada que sea", cuenta Homar, el intérprete del personaje protagónico masculino.

"Los parámetros de felicidad, tranquilidad espiritual y realización personal se le van al suelo conforme Mateo va creciendo. Uno es el álter ego del otro. Uno es la negación de otro. Todos tenemos un ser negado, un ser dolido en nuestro interior".

Los Abrazos Rotos, que se estrena hoy en México con 75 copias, es la nueva cinta del director manchego Pedro Almodóvar, quien recluta, por cuarta ocasión, a Penélope en uno de sus filmes.

"Pedro me exprimió en el...

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