Son animales superdotados

Directo desde Canadá, las súper vacas Fany, Chasty y Tamy llegaron al DF para convertirse en productoras de embriones, y ayudar al mejoramiento genético del ganado bovino de Xochimilco para que produzca más leche y carne con menos grasa y colesterol.

Estas vacas llegaron en febrero del 2005 con Hermes, un toro semental también canadiense, ganador de concursos, pues ha hecho posible el mejoramiento de crías en menos tiempo de lo normal.

Las vacas, raza Holstein Friesian, fueron adquiridas por la Delegación Xochimilco dentro de su Programa de Mejoramiento Genético y tienen la encomienda de producir óvulos para ser fecundados con los espermatozoides de Hermes. De este proceso se obtienen embriones que son trasplantados a Tomasa, Chaparrita, Necia y Blanca, vacas criollas xochimilcas.

Xochimilco destaca entre otras delegaciones consideradas como rurales como Tláhuac, Milpa Alta y Magdalena Contreras, por ser la primera en contar con un laboratorio de inseminación y mejoramiento genético, además de llevar a cabo este programa con vacas, toros y cerdos propios.

Fany, Chasty y Tamy viven en la Cuenca Lechera, ubicada en Avenida Canal de Chalco, donde producen 60 litros diarios de leche, a diferencia de las mexicanas criollas que sólo dan entre 10 y 20 litros.

En el procedimiento de la monta de Fany, Tamy y Chasty, Hermes es engañado para que eyacule en un recipiente especial húmedo y caliente, para posteriormente congelar su semen y usarlo en la fecundación de los óvulos de una de las supervacas.

Hermes pesa 800 kilos y es capaz de aportar 20 ó 30 millones de espermatozoides por monta simulada, para que los veterinarios puedan realizar con ellos hasta 300 inseminaciones.

Es considerado como un supertoro pues es producto de un tratamiento genético y está comprobado que sus crías tienden a ganar peso rápidamente, tener carne de mejor calidad y dar más de 50 litros de leche.

Adrián Vera Tovar, subdirector pecuario en Xochimilco, dice que el programa de mejoramiento tiene el objetivo de procrear vacas y puercos más productivos a través de inseminación artificial y trasplante de embriones.

Sin este procedimiento, una raza de ganado vacuno mejoraría cada siete generaciones, 21 años, pues cada generación tarda 3 años, al no contar con el semen de un toro genéticamente alterado y el embrión de una súper vaca.

Con la técnica de transferencia sólo necesita pasar una generación, porque el embrión mejorado se le mete a la vaca criolla y se ahorran 18 años de...

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