Argentina, cuando el solista y la orquesta no se entienden

AutorFrancisco Olaso

BUENOS AIRES.- La selección argentina degusta el fracaso. Un equipo ordenado -Islandia- y otro competente -Croacia- la han dejado sin respuestas. El problema de la selección no son los adjetivos que se encuentren para alabar a sus rivales. Ante todo, es el equipo -o la falta de él- lo que hoy pone al subcampeón del mundo de cara a la eliminación en la primera ronda.

La esperanza estaba puesta en Lionel Messi. La frustración lo tiene por símbolo. "El futbol -como decía Borges- es orden y aventura". Es como una orquesta. Si aparece un solista tocando el violín, cuando termina ese solo, que es el permitido que le da la orquesta, tiene que volver al sonido de la orquesta. "Si se pasa todo el día haciendo solos no tenemos sonido", decía César Luis Menotti al diario Clarín, el 4 de mayo.

El problema de la selección no es el solista, es el sonido de la orquesta. No se puede achacar al rosarino el bajo nivel de juego del equipo. Con mayor o menor éxito, Messi siempre busca dar una proyección grupal a su protagonismo. Los factores de la debacle lo exceden.

Argentina no celebra un título desde la Copa América de 1993. El hecho de contar con Messi, y con varios jugadores de peso, dio alas a la esperanza en la última década. Pero al mismo tiempo reforzó el nivel de exigencia de la prensa y el público.

El equipo tuvo su oportunidad en el Mundial 2014 y en las ediciones 2015 y 2016 de la Copa América. Las tres veces quedó a las puertas del cielo. Desde entonces está en un pozo. Arrastra como un verdadero lastre el mandato de ganar y llenar los ojos. Por la conducción pasaron tres técnicos en cuatro años. Los jugadores históricos flaquean. Los nuevos no encuentran una estructura sólida a la que aferrarse. Para Messi, sin alivio, el juego se vuelve tarea. La presión realza las fallas individuales y colectivas, tal como se vio en los dos partidos de la albiceleste.

Ente autómata

Argentina llegó a Rusia como un equipo en formación y varios puestos clave sin consolidar. "Sin duda contamos con enormes jugadores de futbol, pero la selección va como vacía de contenido fut-bolísitico, en relación a lo que quiere jugar, a una identidad y a una conformación de grupo, que es fundamental para jugar al futbol y que yo creo que no la tenemos", decía a Proceso Mónica Santino, pionera entre las entrenadoras del futbol femenino en Argentina, días antes de comenzar la contienda.

Jorge Sampaoli asumió el desafío de encontrar el verdadero equipo durante la competencia. Con...

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