El arte: Talón de Aquiles de López Obrador

AutorBlanca González Rosas

Munguía en el contexto de la Mesa de Diálogo dedicada a las Artes Visuales que organizó la Secretaría de Cultura en Transición el pasado 7 de noviembre (Proceso, 2193), su designación provoca cuestionamientos no sólo sobre la pertinencia de su elección sino en torno a la misión institucional de Lucina Jiménez.

En una entrevista publicada el pasado viernes 18 de enero (La Jornada), Jiménez afirmó que regresó al servicio público porque su hija, historiadora del arte y curadora, le hizo la siguiente reflexión: "Si crees que va a haber otro gobierno que tenga un mayor número de votos que este (sic) que va a entrar, no va a ocurrir en el corto plazo. Las cosas necesitan cambiar, porque mi generación tiene las puertas cerradas y no tenemos lugar". ¿No es desilusionante -y hasta preocupante-que una funcionaria a cargo de una institución como el INBAL, no se desempeñe por convicción política o ideológica, sino por recomendación o conveniencia familiar?

Coordinadora del Consejo Consultivo asesor de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados durante las Legislaturas LXI (2009-2012) y LXII (2012-2015), Lucina Jiménez recibió a través de la aprobación de la Comisión de Cultura, de 2009 a 2012, recursos etiquetados por 16 millones 888 mil pesos para su proyecto de La Nana, Fábrica de creación e innovación, Co-nArteA. C. (Consorcio Internacional Arte y Escuela): ¿Fue pertinente que solicitara los recursos cuando se desempeñaba como asesora de la Comisión?

Reconocida en el ámbito hegemónico del arte contemporáneo mexicano, sobre todo, a raíz de su matrimonio con el coleccionista, curador y promotor Patrick Charpe-nel, Mariana Munguía Matute (Guadalajara, 1976) no cuenta con antecedentes...

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