El asesinato que hizo evidente la violencia fascista

AutorYetlaneci Alcaraz

BERLÍN.- La noche del pasado 1 de junio Walter Lübcke, de 65 años, departía con su esposa, su nieto y un amigo en la terraza de su casa en Istha, uno de los barrios de la ciudad de Wolfhagen.

Ese fin de semana había feria en el pueblo y la música se escuchaba por todas partes. En algún momento de la velada, abuela y nieto entraron a la casa y entre las 22:30 y la 23:00 horas el amigo de Lübcke se retiró. El anfitrión se quedó fumando en la terraza.

Aún no se sabe exactamente qué ocurrió después. Pasada la medianoche el hijo de Lübcke volvió de la feria y encontró a su padre tirado en la terraza, con una herida de bala en la cabeza. Ya en el hospital el hombre fue declarado muerto a las 02:35 horas del domingo 2 de junio. La autopsia determinó que la muerte se produjo por disparo de un arma de nueve milímetros, realizado a muy corta distancia.

El crimen conmocionó a Alemania y todo apunta a que se trató de una ejecución con trasfondo político perpetrado por la extrema derecha.

Lübcke era militante de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), fue diputado en el Parlamento de Hessen y desde 2009 era presidente de distrito en Kassel. Defensor de la política migratoria de su correligionaria, la canciller Angela Merkel, había trabajado comprometido por una política humana hacia los refugiados, lo que lo convirtió en enemigo público de los círculos neonazis.

Además, este asesinato pone de manifiesto el constante crecimiento de la violencia de la extrema derecha en el país, que no se limita ya a agresiones contra ciudadanos de origen extranjero o refugiados. Esos grupos violentos cruzaron la línea al atacar a un representante del Estado.

El autor

La policía encontró en la ropa de Lübcke rastros de ADN que guiaron a las autoridades hasta Stephan Ernst, un hombre de 45 años con pasado neonazi y cuya residencia está a sólo 25 kilómetros de la casa del político alemán.

Los investigadores lograron establecer con rapidez las conexiones y posibles motivos que llevaron a la muerte de Lübcke. La historia se remonta a casi cuatro años atrás y se centra en frases pronunciadas por el político que, nadie podría intuir entonces, lo condenaron a muerte.

El 14 de octubre de 2015 Lübcke asistió a un encuentro vecinal en Lohfelden, en el mismo distrito de Kassel donde se ubicaba su residencia y la de su presunto asesino, para informar a la comunidad y escuchar sus preocupaciones en torno a la ola de refugiados que ese verano había llegado a Alemania.

Como presidente del distrito de Kassel, Lübcke tenía que cumplimentar la orden girada por el gobierno estatal de Hessen de instalar en el norte y este del estado a cerca de 14 mil refugiados. Para ello había estado visitando los lugares donde tendrían que instalarse los albergues a fin de sensibilizar e informar a la población.

Y ese día todo se salió de control. Videos del encuentro vecinal -que pueden verse en YouTube- dan fe de ello y los medios locales informaron sobre la provocación que ahí...

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