Así vivió la ciudad la Independencia

Mientras que Miguel Hidalgo lanzaba el Grito de Dolores en las primeras horas del 16 de septiembre de 1810, hoy hace 209 años, los habitantes de Monterrey, en el Nuevo Reino de León (hoy Nuevo León), descansaban sin sospechar el cambio político que se avecinaba.

Fue hasta la tarde del día 29 cuando llegó el informe a estas tierras.

"En las esquinas se formaban corrillos y en las oficinas públicas los empleados discutían azorados y temerosos. Era que había llegado una grave noticia: en San Miguel El Grande y en Dolores, 'una insurrección popular...' había estallado", señala el historiador Santiago Roel en su libro Nuevo León. Apuntes Históricos.

Pero más que una lucha anticolonialista o de criollos contra peninsulares, la Independencia se perfiló más como una pelea por la autonomía de las provincias americanas bajo el control de la Corona española, afirma Alberto Barrera Enderle, historiador, profesor e investigador del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social, región noreste.

La zona se transformaría para siempre después de 1810.

  1. LEJANO NORESTE

    En el preludio de la Independencia, el Nuevo Reino de León era parte de las Provincias Internas de Oriente, unidad militar que también incluyó a los actuales Tamaulipas, Coahuila y Texas. Era, desde el punto de vista económico y político, una zona marginal de la Nueva España.

    "Era un área de frontera cultural e imperial porque, si bien en los mapas estaba marcado como parte de Nueva España, en la práctica estaba en disputa con grupos nativos", explica Barrera Enderle.

    Tal vez no se encontraba aislado del todo, comenta, pero el Nuevo Reino de León estaba poco poblado y casi desconectado del resto de los territorios.

  2. EL CURA SE REBELA

    España comenzó en 1808 su propia guerra de independencia ante la presencia de tropas francesas en el territorio. Ese mismo año abdicaron Carlos IV y su hijo Fernando VII, dejando a José Bonaparte, hermano de Napoleón, en el trono.

    Para los españoles, el invasor no era su rey, por lo que el Gobierno estaba realmente acéfalo. Se crearon Juntas Provinciales, que se encargaron de gobernar mientras su legítimo monarca estaba ausente. ¿Podía pasar lo mismo en la Nueva España?

    "Realmente el movimiento de Hidalgo se comprende como un reclamo a autogobernarse y a formar una Junta porque no está su rey. Pero cuando la vieja oligarquía se opone a los cambios, el cura se rebela", explica Barrera Enderle.

    "En esta primera etapa de la Independencia, sí...

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