Aún cerrado, el Gimnasio Coyoacán huele a privatización

AutorRaúl Ochoa

En noviembre pasado cerró temporalmente el Gimnasio Coyoacán por una orden de la delegación correspondiente, que se comprometió a renovarlo por completo y a concluir su rehabilitación en un plazo no mayor a dos meses.

Sin embargo, a excepción de algunos arreglos en el enrejado de protección, como la colocación de luces y cristales en las ventanas, y de la instalación de un pequeño techado en la grada de la cancha acondicionada para baloncesto y voleibol, además de un alambre de púas doble navaja, el inmueble sólo fue pintado.

Pese a todo, el gimnasio permanece inactivo. Su reapertura es una incógnita, durante siete meses ha dejado de generar ingresos por concepto de renta de espacios y ya afectó a los usuarios de esas instalaciones.

Aunque en su momento la propuesta del jefe delegacional, el perredista Valentín Maldonado, fue recibida con beneplácito por los deportistas, las autoridades no les han informado cuándo podrán utilizar de nuevo el inmueble.

Se trata al menos de 250 jugadores de voleibol y baloncesto, además de quienes ahí practicaban artes marciales, boxeo, halterofilia, spinning, o participaban en las clases especiales de yoga y zumba. In-conformes, acusan a las autoridades dele-gacionales de negarse a dialogar, aunque les han enviado sus reclamos por escrito y las han llamado por teléfono para preguntar cuándo abrirá el gimnasio, ya que la "remodelación" concluyó hace un par de meses y ya existen rumores de que la delegación quiere privatizarlo.

Además, vecinos y deportistas denuncian que el Gimnasio Coyoacán no fue remodelado, como se comprometió el delegado, sino sólo se le dio mantenimiento general, que incluye pintura y revestimiento de grietas y hendiduras.

Esta inconformidad se suma a las recientes acusaciones contra el delegado y su antecesor, Mauricio Toledo.

Ambos perredistas fueron denunciados el pasado 6 de abril por el Observatorio Ciudadano de Coyoacán ante la procuraduría capitalina y la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), así como la Secretaría de Gobierno y la Contraloría de la ciudad.

En esas querellas, suscritas por personajes como los escritores Elena Poniatows-ka y Paco Ignacio Taibo, el cartonista Rafael Barajas El Fisgón y el actor Bruno Bichir, se señala que ambos perredistas no transparentaron los recursos destinados a diversos apoyos sociales, mismos que repartieron a cambio de copias de credenciales electorales o de la afiliación a su partido.

Otra demanda es por violencia de género, ya que en el periodo de Toledo la delegación realizó en la...

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