Y aún vive

AutorJ. Jesús Esquivel

WASHINGTON.- Donald Trump quedó aislado. El liderazgo del Partido Republicano que lo encumbró como su candidato presidencial en julio pasado lo abandonó y lo considera un ente nocivo en la carrera por mantener el control en el Congreso federal.

"No participaré en sus campañas políticas y no lo defenderé como candidato presidencial", sentenció el lunes 10 el dirigente del Partido Republicano, Paul Ryan, también presidente de la Cámara de Representantes del Congreso federal.

En una sesión y teleconferencia de los líderes republicanos del Congreso, celebrada 12 horas después del debate sostenido entre Trump y la candidata presidencial de los demócratas, Hillary Rodham Clinton, se dio la claudicación de Ryan rumbo a los comicios presidenciales del 8 de noviembre próximo:

"Ryan recomendó a los legisladores del partido que abandonaran a Trump como candidato porque estaba perdido. Les aconsejó que se concentraran en sus propias campañas para mantener la mayoría representativa y el control en el Congreso", comenta a Proceso y otros medios de comunicación un funcionario del Partido Republicano que participó en el encuentro, celebrado el lunes 10 en el Capitolio.

El deslinde de los líderes republicanos es el resultado de los escándalos sexuales que ahora ensombrecen la campaña de Trump.

El jueves 6, tres días antes del segundo debate entre Clinton y Trump, el periódico The Washington Post dio a conocer una vi-deograbación en la que se escucha al candidato presidencial republicano hablar de las mujeres como objeto sexual. En la grabación, hecha en 2005, Trump presume que, al ser famoso, puede incluso "agarrar de la vulva" a las mujeres. El efecto del video ha sido devastador para el magnate.

La primera parte del debate del domingo 9 se concentró en el contenido de la grabación, y aunque Clinton no aprovechó el momento para sacar ventaja de ello, encuestas realizadas tras el rispido encuentro mostraron que la demócrata alcanzó hasta 11 puntos porcentuales de ventaja frente a Trump en las preferencias.

La caracterización como objetos sexuales que Trump hizo de las mujeres le restó apoyo entre el electorado estadunidense (sobre todo el femenino) y colocó a Clinton cerca de la victoria.

No sólo eso. De acuerdo con el funcionario presente en la sesión de Ryan con los republicanos, lo declarado por Trump pone al borde del precipicio a más de una veintena de legisladores republicanos que buscan la reelección en la Cámara de Senadores y en la de...

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