Autodefensas: gasolina al fuego

AutorRafael Croda

BOGOTÁ.- Los grupos de autodefensa colombianos, que cobraron auge en los ochenta como parte de una estrategia antiguerrillera auspiciada por empresarios del agro, políticos y militares, acabaron como ejércitos parami-litares al servicio del narcotráfico; cooptaron a segmentos significativos del Estado y se convirtieron en el principal factor de violencia contra la población civil al perpetrar en dos décadas 8 mil 903 asesinatos selectivos, mil 166 masacres y la mayoría de las 25 mil desapariciones forzadas que registró el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).

La investigadora del fenómeno Claudia López sostiene que la creación de autodefensas civiles para enfrentar a grupos armados ilegales "es algo que, usualmente, sale mal, muy mal, como lo demuestra el caso de Colombia, porque cuando se empiezan a formar esos oligopolios de violencia y el Estado pierde la capacidad de ser el único proveedor de seguridad y justicia, la violencia termina disparándose".

"La gente", dice a Proceso la maestra en administración pública por la Universidad de Columbia en Nueva York, "arranca con la idea de que sólo se va a autode-fender, pero la lógica siempre es que para autodefenderse tiene que atacar a los demás. Así que eso, inevitablemente -y tal es nuestra historia en Colombia-, acaba por escalar la guerra".

Según el historiador Carlos Medina Gallego, los orígenes del paramilitarismo en Colombia "están unidos a las estrategias de lucha contra la insurgencia en el marco del impulso de los principios y fundamentos de la Doctrina de la Seguridad Nacional y los Conflictos de Baja Intensidad de Estados Unidos. El Estado y sus fuerzas militares, con sectores sociales, económicos y políticos regionales, fueron promotores y agentes dinamizadores de su formación.

"El fenómeno paramilitar", agrega el autor de Paramilitarismo en Colombia: lógicas y procesos, "se dio como un proceso de privatización de ejercicio de la fuerza, la ley y la justicia por sectores afines a los propósitos y razones de Estado ante la incapacidad del mismo para operar en contextos regionales dentro del marco de los parámetros institucionales. En principio se produjo como una práctica del terrorismo de Estado".

Sin embargo, después "fue cooptado por los empresarios y las lógicas de la industria del narcotráfico y se colocó a su servicio, cumpliendo las tareas de protección de zonas de cultivo, laboratorios y dinámicas económicas unidas al transporte de insumos y a la comercialización de la droga. El paramilitarismo se hizo instrumento de la confrontación entre el narcotráfico y el Estado cuando estuvo de por medio la extradición y asumió la forma de terrorismo".

Peor que la...

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