"El Azul", a la expectativa

AutorPatricia Dávila

Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, es el decano de los ca-pos mexicanos. Ha sobrevivido a varias generaciones, siempre en un estratégico segundo plano. Es buen negociador y caris-mático entre los narcotraficantes, pero no se tienta el corazón para aniquilar a sus rivales y es capaz de corromper policías, militares y gobernadores.

Tras la captura de Joaquín El Chapo Guzmán, El Azul es una de las dos piezas claves del Cártel de Sinaloa que siguen en libertad.

Hábil en las negociaciones para poner fin a viejos conflictos, Esparragoza ha sobrevivido cerca de cinco décadas en el tráfico de drogas. Es el más eficaz operador de la recomposición del tejido social y financiero del narcotráfico en México.

A sus 65 años -35 de ellos dedicados al tráfico de drogas- los principales narcotraficantes del país tienen o han tenido vínculos con él: Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero, Don Neto Fonseca Carrillo, Amado Carrillo Fuentes, Ismael El Mayo Zambada y José Albino Quintero Meraz.

Durante los años de gloria de Amado Carrillo, El Señor de los Cielos (de 1990 a 1997), al frente del Cártel de Juárez, Esparragoza fue su lugarteniente, su consejero y su negociador en México y en Colombia.

Luis Astorga, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, en una entrevista con Alejandro Gutiérrez, reportero de Proceso, publicada en este semanario el 18 de abril de 2004, consideraba que "El Azul siempre ha ocupado segundas posiciones de gran influencia, conocedor de que ser el número uno tarde o temprano se paga con la vida o con la cárcel".

En el mismo texto Peter Lupsha, investigador del Instituto para América Latina de la Universidad de Nuevo México, aseguraba que a finales de 1993 Esparragoza fue el responsable de sentar a la mesa a 10 u 11 narcotraficantes de gran calado para replantear las reglas del negocio mexicano del trasiego de estupefacientes.

Llamada La Paz del Norte, esa cumbre -ubicada por la DEA en Ciudad Juárez mientras la Procuraduría General de la Re-pública (PGR) piensa que fue en Cuerna-vaca- pretendía disminuir las tensiones entre los cárteles de Juárez y del Golfo y redefinir las relaciones con el crimen organizado colombiano y peruano.

A raíz de ese cónclave la DEA y la PGR llegaron a hablar de una especie de "federación mexicana del narcotráfico".

El Azul también habría participado en enero de 2001 en otra "cumbre" de narco-traficantes en Apodaca, Nuevo León, la cual fue dada a conocer por Baldomero Medina Garza, El Señor de los Tráilers.

Los esfuerzos de México y Estados Unidos por capturarlo han sido permanentes, al igual que su frustración. Desde 1998 la PGR ofrece una recompensa de 4 millones de pesos por información que lleve a su captura. En junio de 2003 la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro estadunidense anunció que Esparragoza, Jesús Héctor Palma Salazar, José Albino Quintero Meraz y el brasileño Leonardo Dias de Mendoza habían sido...

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