Balseros del rio Suchiate, los hombres que dominan la frontera de agua.

Inertes sobre el afluente del rio Suchiate, decenas de balsas elaboradas con tablones de madera y grandes neumaticos, esperan el arribo de los hombres que practican el arte de domar la contradictoria frontera de agua. Balseros, les llaman.

Ellos, son el corazon del afluente, sin su trabajo, el comercio y la vida de dos ciudades, estarian en peligro de colapsar. En esta zona de la frontera sur entre Mexico y Guatemala, pese a los intentos de control, nada se mueve sin ellos.

Sus rostros, en su mayoria, son maduros y serenos, otros tantos apenas si muestran un escualido bigote que se niega a florecer. Gran parte de esta comunidad seran balseros desde muy jovenes y casi toda su vida.

Las historias que diariamente "doman" las agua del rio Suchiate llevan por apodo "El Conejo", "El Pichis", "Piedra", "Mono" "Mariposa", "Sopita", Viejo de Mono", o simplemente el nombre de pila.

"Me inicie en esto por la necesidad", narra Geremias Villatoro, un guatemalteco de 50 anos de edad, quien se convirtio en balsero hace 15 anos y, desde entonces, su sonrisa unicamente se pierde en el cauce cuando el mal clima que arrecia la zona, le impide navegar.

Todos los dias en turnos de hasta 12 horas, mas de cien balseros o "camareros", como tambien se les conoce, laboran en los cerca de diez "pasos" que diferentes colectivos han instaurado en las inmediaciones del Puente Fronterizo "Rodolfo Robles", para comenzar el cruce "ilegal" de productos y personas.

Con su trabajo, la vida comercial de Ciudad Hidalgo, Mexico, y Tecun Uman, Guatemala, mantiene intacto el constante flujo de oxigeno. La importancia economica de este sector es tal para ambos paises, que pese a los intentos de control, las autoridades migratorias mexicanas han tenido que "ceder" y permitir que la actividad comercial siga su curso.

"Estamos luchando ahora que nos dan permiso", senala Geremias, mientras recuerda que, en julio pasado, "el miedo" los invadio cuando el Instituto Nacional de Migracion (INM) y la Guardia Nacional impidieron momentaneamente el cruce.

El gesto de hombros levantados que el balsero realiza cuando alguien le cuestiona si, pese a la desaparicion de la migracion ilegal por esta via, el trabajo aun rinde frutos, no necesita mayores explicaciones. "Antes se entendia que el paso era libre, pero ahora ya no, y eso nos afecta porque ya no se gana igual", dice.

Con un pequeno y pasivo brinco, Geremias ya se encuentra en la balsa y, mientras espera el arribo de hasta 12 personas que...

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