A quién beneficiará el Tren Maya

AutorJudith Amador Tello

Como una respuesta, no explícita, a los reproches del presidente Andrés Manuel López Obrador a los intelectuales, artistas y académicos que han hecho críticas a los proyectos del Tren Maya y el Corredor Comercial y Ferroviario del Istmo de Tehuantepec, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dan a conocer sus propuestas y estudios.

El jueves 8 realizaron la "Primera Jornada: Los megaproyectos, incluido el Tren Maya, en la perspectiva de los académicos del INAH", en la cual se pusieron a discusión temas como el papel del propio instituto, el salvamento arqueológico que desplaza a la auténtica investigación, y el despojo de tierras en que incurre la industria del turismo.

Asimismo, se habló de la necesidad de un reordenamiento territorial y se puso en cuestionamiento el modelo de desarrollo económico que la 4T propone para la región del sureste, así como los verdaderos fines que persigue el proyecto detrás de la idea de beneficiar a las comunidades.

Participantes del encuentro, realizado en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), los antropólogos Antonio Machuca Ramírez y Rosa María Garza Marcué coinciden en destacar, en entrevista con Proceso, la necesidad de estos espacios de discusión.

No sólo por la resistencia del gobierno federal, principalmente las autoridades del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), dirigido por Rogelio Jiménez

Pons, a dar la información completa sobre el proyecto, y a realizar en las comunidades afectadas una consulta "previa, libre e informada", como lo exige el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT):

"No es que estemos en contra del tren, pero queremos que sea un proyecto bien pensado, bien elaborado, con los dictámenes de impacto ambiental, social, y las consultas, pero no las públicas que acostumbran porque la sociedad está dividida y además no son vinculantes", señala Garza Marcué.

Durante el foro, recordó que en noviembre de 2018 un grupo de artistas, intelectuales, académicos y miembros de la sociedad civil, entre ellos Alfredo López Austin, Francisco Toledo, Miguel Concha Malo, Gilberto López y Rivas, José del Val, Julio Boltvinik y Cristina Barros, pidieron en una carta pública a López Obrador detener las consultas públicas que finalmente se realizaron los días 24 y 25 de noviembre y el inicio de las obras del tren, entonces planeado para el 16 de diciembre.

La antropóloga lamentó la "deleznable" respuesta del ahora presidente, pues les llamó "abajo firmantes". Apenas el jueves 8 volvió el embate al calificarlos de "todólogos y sabelotodo" y acusarlos en "la mañanera" de no salir de sus cubículos al campo para conocer la realidad, cuando muchos han pasado parte de su vida al lado de las comunidades. Dijo el mandatario:

"Están en las nubes, levitan, no tienen los pies sobre la tierra. Esto que están hablando del Tren Maya pues es no tener la información, por qué cuál es el daño si ya está la vía desde hace setenta años."

En su columna "Toledo lee" del 19 de mayo...

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