Bolsonaro, el antiecologista

AutorAnne Vigna

RÍO DE JANEIRO, BRASIL.- Tras poco más de medio año del nuevo gobierno de Brasil, se hace claro que el medio ambiente será el gran perdedor de la presidencia de Jair Bolsonaro; en particular su gran selva: la Amazonia.

Desde antes de la llegada al poder de Bolsonaro, la Amazonia se aproximaba a lo que los científicos llaman "el punto de no retorno", es decir, el momento en el que la selva ya no podrá regenerarse. Los datos duros dicen que 18% de la Amazonia original está deforestada y 29% más está degradada. Por degradación se considera que queda alguna superficie de bosque, pero desconectada del resto de la gran selva.

La deforestación en la Amazonia volvió a crecer entre 2017 y 2018, durante la presidencia de Michel Temer, y alcanzó el nivel más alto de la última década, con 7 mil 900 kilómetros cuadrados (km2) de bosques talados. Tal número representa un crecimiento de 13.7% en relación con el periodo anterior (2016-2017).

Pero los datos de este año son alarmantes: la deforestación alcanzó 920.4 km2 sólo en junio, un aumento de 57% en comparación con el mismo mes del año pasado. En mayo el número era 35% mayor que el resultado del mismo mes en 2018.

Para dar una idea, los científicos usan la imagen de una cancha de futbol siendo desmontada cada minuto. Eso significa que se deforestan 2 mil canchas de futbol a cada día.

"Nunca vimos un ritmo de deforestación tan grande. Todos los órganos de combate a la deforestación están fragili-zados o hasta impedidos de actuar. Cada mes recibimos una mala noticia contra la política ambiental; parece que el gobierno está creando las condiciones para derrumbar la selva", considera Rómulo Batista, especialista de Greenpeace para la Amazonia.

Desde el primer día de su gobierno Bolsonaro ha desmantelado la política ambiental de Brasil: fueron eliminados del Ministerio de Medio Ambiente importantes órganos, como la Agencia Nacional del Agua, la Secretaría del Cambio Climático, el Consejo Nacional del Medio Ambiente y el Instituto Chico Mendes.

El 1 de enero, por decreto, Bolsonaro transfirió la Fundación Nacional del Indio (Funai) del Ministerio de Justicia al de Agricultura, cuya titular es representante de emporios agrícolas y conocida opositora al derecho de los indios sobre sus territorios.

Una de las funciones de la Funai es la de reconocer las tierras indígenas y demarcar sus territorios ancestrales. Como Bolsonaro ha dicho varias veces: "En mi gobierno no daré un centímetro de tierra a los...

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