Desde Bosnia, por el Oscar. Habla la directora de "Quo Vadis, Aida"

AutorIrene Savio

SARAJEVO.- El pasado 15 de marzo, la directora bosnia Jasmila Zbanic esperaba una de esas noticias trascendentales en la vida laboral de cualquier cineasta. Pero no fue lo que supo enseguida. Primero recibió un susto: Su compañero sentimental dio positivo por covid-19, y tuvo que aislarse por la cuarentena. Horas después, la amargura de la jornada se mezcló con la euforia y la exaltación por el anuncio de que su última cinta, Quo Vadis, Aída, había sido nominada al Osear como candidata a mejor película extranjera.

Se trata de un drama bélico, y cuenta la historia de una intérprete bosnia de la ONU que intenta salvar a su familia en la época del genocidio de 1995 en Srebrenica, donde milicias serbias asesinaron a miles de varones musulmanes.

En una Bosnia marcada en las últimas décadas por la permanente desventura -primero la guerra de los noventa, luego un Estado fallido que ha dejado el país en la pobreza y la corrupción, y con una insuficiente relevancia en el tablero mundial-, el éxito de Zbanic no ha pasado desapercibido dentro y fuera de su país. Antes de ella sólo otras dos cintas bosnias lograron llegar al certamen, y sólo una se alzó con el galardón final en 1994, cuando Bosnia participó por primera vez en él como Estado independiente en medio de la desintegración de la hoy extinta Yugoslavia (1929-1991).

Quo Vadis, Aida ha obtenido premios tan importantes como el Knight Marimbas del Góteborg Film Festival, y otro en el Jerusalem Film Festival.

Nacida en Sarajevo en 1974, Zbanic cree que el logro no incide sólo en su carrera sino en todo el mundo artístico, por mucho tiempo en la retaguardia del cine internacional.

"Es increíble que lo lográramos. Tuve la sensación de que el tiempo se congeló por unos instantes", dijo durante esta entrevista por zoom tras que Zbanic diera positivo también por covid-19, lo cual por un momento llegó a poner en duda su participación en la ceremonia de los Osear. Dice ahora, ya repuesta:

No nos lo creímos hasta el último minuto. Cuando lo anunciaron vi a todos mis colegas llorar de alegría.

-¿Lo dice porque usted es bosnia, por las dificultades que significa competir si uno uiene de un país tan difícil?

-Es una realidad que en Bosnia es muy difícil hacer películas. Somos un país pobre en el que sólo hay a disposición 1 millón de euros al año para todas las producciones; por eso sólo se produce una película al año. En mi caso, el filme costó unos 4.5 millones de euros, por lo que fue una locura...

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