Con el botón rojo a su alcance...

AutorRafael Croda, Marco Appel y Adrián Foncillas

Si el mundo se atiene a las propuestas en materia internacional que Donald Trump lanzó durante su campaña electoral, la política exterior de Estados Unidos rompería delicados equilibrios geopolíticos en diversas regiones del planeta.

Larga es la lista de acciones que Trump anunció y tiene expectantes y preocupados a gobiernos y organismos internacionales: revertir las medidas que el presidente saliente, Barack Obama, emitió para normalizar las relaciones de Estados Unidos con Cuba; arreciar las presiones diplomáticas sobre Venezuela; retirar el apoyo económico a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN); desconocer el acuerdo nuclear con Irán; dejar de hostilizar al gobierno sirio de Bashar Al-Asad para concentrarse en la lucha contra el Estado Islámico; descartar el Tratado Comercial Asia-Pacífico (TPP) e iniciar una guerra comercial con China; retirar la presencia militar estadunidense en la región Asía-Pacífico; abandonar el Acuerdo de París sobre cambio climático...

Hilaridad y alarma provocaron en varias cancillerías algunas expresiones sobre asuntos internacionales del ahora presidente electo de Estados Unidos, lo cual, en principio, exhibió su profunda ignorancia en estos temas. Ello sucedió cuando negó, vía Twitter, la existencia del cambio climático –“eso es un fraude”, aseguró– o cuando le preguntó a un experto de política exterior “¿por qué Estados Unidos tiene armas nucleares y no puede hacer uso de ellas?”, según reveló Joe Scarborough, conductor de la cadena de televisión MSNBC, el pasado 3 de agosto.

Algunas de las propuestas de Trump afectarían a sus aliados. Japón y Corea del Sur, por ejemplo, quedarían expuestos ante el poderío militar chino si Estados Unidos deja de pagar la manutención de sus tropas en esos países.

Otras medidas son difícilmente aceptables, aun para los "halcones" más duros de Washington. Por ejemplo: que Estados Unidos levante las sanciones a Rusia, que en Siria se alinee con la política de Vladi-mir Putin que respalda al régimen de Al Assad y que, al retirar su apoyo económico a la OTAN, facilite a Moscú fortalecer su posición en la zona del Báltico.

Expertos en temas internacionales consultados por Proceso analizan las eventuales consecuencias que tendrían en distintas regiones las propuestas y promesas de política exterior hechas por Trump durante su campaña.

"Cortocircuito"

Las relaciones de Trump con América Latina fluctuarán entre el desinterés y la confrontación si el nuevo mandatario cumple propuestas de campaña como la masiva deportación de inmigrantes, la reversión de la apertura económica y diplomática hacia Cuba, y velar por las "personas oprimidas" de Venezuela.

Así lo anticipan a Proceso el secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), Pablo Gen-tili, y la doctora en estudios latinoamericanos de la Universidad de la Sorbona en París, Socorro Ramírez, quienes coinciden en que la xenofobia, el racismo y el menosprecio por los inmigrantes que mostró Trump durante la campaña son "un anticipo" de la manera en que articulará sus relaciones con la región.

El eventual desinterés del próximo mandatario estadunidense sobre América Latina se daría por el desconocimiento que tiene de la región y porque, como candidato, enfatizó posturas aislacionistas y prometió concentrarse en resolver problemas internos, como el desempleo.

Pero al mismo tiempo...

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