La boyante industria de la muerte

AutorJ. Jesús Esquivel

WASHINGTON.- La masacre de 20 niños y seis adultos en la pequeña población de Newtown, Connecticut, reabrió el debate en Estados Unidos sobre la necesidad de cambiar las leyes que regulan la venta, portación y uso de armas; no obstante los expertos piensan que difícilmente se resentirán las arcas de las empresas que las fabrican.

"El tema de las armas es muy complicado y difícil de entender. Es una cultura muy arraigada entre la sociedad (estadunidense) y puedo asegurar sin temor a equivocarme que pese a lo de Newtown habrá gente que ahora piense que es más urgente tener armas para defenderse de un ataque así", dice a Proceso Michael Rostein, de la organización Campaña Brady para la Prevención de la Violencia con Armas (BCPGV, por sus siglas en inglés).

"Esperamos que la matanza de los niños en Newtown sirva de algo, pero será muy difícil desenterrar del país la cultura de comprar, portar y usar armas", añade el experto de la BCPGV, agrupación dedicada a la promoción de leyes que prohiban la venta de esos productos.

En Estados Unidos hay casi dos centenares de organizaciones no gubernamentales que llevan décadas luchando contra la cultura de las armas. Hasta ahora, y no obstante matanzas como la de Newtown o la de la secundaria de Columbine en abril de 1999, han fracasado en su intento de convencer al Congreso federal de la validez de su causa.

De acuerdo con estadísticas no oficiales recopiladas por organizaciones o centros de investigación y académicos, 40% de las familias estadunidenses posee al menos un arma de fuego -pistola, riñe o escopeta- con el argumento de que la tiene para su defensa.

"Son esas familias el principal bloque opositor a que se prohiba la venta de armas de fuego", explica RoyTabliure, investigador de la Organización Antiarmas, con sede en el estado de Nueva Jersey.

Según investigaciones de la empresa privada IBIS World, en 2011 la industria de las armas en Estados Unidos produjo más de 6 millones de piezas, es decir el doble de lo que se había producido en la última década.

Otra organización dedicada a la investigación de la industria de las armas, First Research, informa que de toda la producción correspondiente a 2011, casi 50% consistió en pistolas, 35% en rifles y el resto en otro tipo de armas de fuego.

Aun cuando en los últimos cuatro años la sociedad estadunidense ha vivido una de las peores crisis económicas en su historia, de enero a noviembre de este año la venta de armas arrojó un saldo de 11 mil 700 millones de dólares, con...

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