Brazos abiertos y puertas cerradas

AutorAgustín Basave

No hay lección sin memoria. No podemos, no debemos olvidar la traición histórica que cometieron Peña Nieto y Videgaray. Ellos le hicieron un acto de campaña en Los Pinos al candidato Donald Trump y luego, ya en el poder, lo consintieron hasta la ignominia. No fue la suya una actuación pragmática sino un error garrafal seguido de la soberbia que les impidió reconocerlo y de un despliegue inaudito de entreguis-mo y cobardía. No se esperaba que se pusieran a las patadas con Goliat pero sí, como en su momento lo expresé metafóricamente, "que David agarrara la honda". Es decir, que en vez de apapachar a Trump tuvieran la inteligencia y los arrestos para defender aunque fuera mínimamente los intereses de México. Lo único que consiguieron con su abyección fueron guiños personales y humillaciones nacionales. Fueron ineficaces e indignos, y culminaron su indignidad con un último escupitajo a los mexicanos: el Águila Azteca a Jared Kushner.

El presidente López Obrador y el secretario Ebrard han de recordar esas dañinas aberraciones para estar a la altura del desafío. Empezaron bien, porque lograron meter en la agenda un punto crucial para nuestra América, el de la cooperación de Estados Unidos para el desarrollo de Cen-troamérica, a fin de reducir la migración vía la mitigación de la pobreza y la violencia que asuelan a las comunidades expul-soras. Pero su reacción ante la amenaza de imponer aranceles a nuestros productos incluye, a juicio mío, signos preocupantes. Por un lado, creo que la disposición a conceder demasiado por evitar el castigo arancelario pone a México en una posición de mayor vulnerabilidad frente a Donald Trump, quien comprobó que esa extorsión funciona y volverá a recurrir a ella cuantas veces lo aconseje su cálculo electorero; por otro, si bien felicito al canciller por haber detenido los aranceles del 5% (no sé si habrían sido menos graves si no se hubiera perdido margen de maniobra al cancelar el aeropuerto y tomar ciertas decisiones en torno a Pemex, y sí sé que tenían el rechazo de tirios y troyanos dentro de Estados Unidos), no me queda claro el análisis costo-beneficio con respecto a las concesiones migratorias. ¿Cuánto nos costará fungir como "tercer país seguro" en cámara lenta y sellar Chiapas o Tehuantepec? ¿Cuánto pagará...

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