A cambio de nada...
Autor | A la memoria de Guillermo Tovar |
Encuentro que el funcionario interpelado, coordinador nacional de Monumentos Históricos, tiene las ideas muy confusas y sumamente alejadas de las obligaciones y la encomienda que por su nombramiento debe asumir.
Asegura dicho servidor público -también lo son los empleados del INAH que se sueñan simplemente académicos- que verificaron que las construcciones utilizadas en filmación no corren riesgo alguno en su estructura. Novan a clavarse alcayatas ni mancharse los paramentos, y afirma que, en el caso, la fianza correspondiente es meramente un trámite para que estemos tranquilos.
Este vocero del INAH se extiende y abunda en consideraciones respecto a las funciones y obligaciones del INAH, y las suyas propias, con argumentos harto preocupantes.
Dice que los edificios del Centro Histórico, "declarado zona de monumentos", y aún la Catedral Metropolitana y Palacio Nacional, no están del todo bajo el resguardo del inah -lo pondremos, pues, con minúsculas-que el primero está bajo el resguardo de la Iglesia (Edmundo O'Gorman y Francisco de la Maza pegaron un grito desde su tumba) y Palacio Nacional por el Estado Mayor Presidencial (EMP).
Desde luego, no es así. La Iglesia no es propietaria de la Catedral ni de las obras de arte asociadas a este monumento, y el Palacio Nacional -sede del poder ejecutivo- no es responsabilidad de la Presidencia de la República ni del EMP. En términos de ley, todos los monumentos históricos están bajo el resguardo del INAH aun cuando su conservación corresponda a los propietarios, en este caso la Federación (Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, adscrita al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes).
A mí no me preocupa mucho el pago de derechos por tal o cual foto, es más, esto sería pertinente sólo en el caso de ediciones cuya venta deje un ingreso considerable. Las fotos tomadas por particulares y turistas en general, son vehículos de divulgación más o menos favorable, siempre que no causen daños específicos a pinturas, esculturas, tapices, etcétera.
Me parece que, atrás de todo, lo importante es lo incómodo de ver la mojiganga "ho-liwoodense" que sin oficio ni beneficio se hermanará con nuestros edificios. Aquí sí habrá divulgación en grande...
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