Canto, ceremonial para Antonio Cisneros

AutorRafael Vargas

Hace apenas dos meses Antonio Cisneros presentó en la Feria Internacional del Libro de Lima la edición conmemorativa de Canto ceremonial contra un oso hormiguero, el libro de poemas que le valió el premio Casa de las Américas en 1968 y dio a conocer su nombre en todo el mundo de habla hispana. Su muerte resulta doblemente dolorosa por inesperada y prematura. Nadie sabía que le carcomía el pulmón izquierdo un tumor canceroso de nueve centímetros, mal que empeoraba una fibrosis.

Por ello fue tan afortunado como oportuno que el sello peruano PEISA decidiera rendirle ese homenaje a los 44 años de la aparición de esa obra, con una nueva edición que incluye dos textos introductorios: uno del poeta cubano Fayad Ja-mís, miembro del jurado que le otorgó el premio a Cisneros, y otro de Mario Vargas Llosa, escrito también en 1968, para el semanario limeño Caretas, en el que el novelista demuestra ser un estupendo lector de poesía.

Vargas Llosa y Cisneros se conocían desde antes de que este último ganara el premio. No habían sido amigos en Perú, aunque se habían conocido a través del inmenso poeta Emilio Adolfo Westphalen (fallecido el año pasado). Inglaterra los acercó. Vargas Llosa fue a recibir a Cisne-ros a la Victoria Station cuando éste llegó a Londres en 1967, gracias a una beca Javier Prado para seguir estudios de posgrado, lo suficientemente buena como para que un joven viviera un año en Europa (una de esas becas le permitió a Vargas Llosa instalarse en España). Escribe Vargas Llosa:

"Dos reacciones extremas amenazan a los jóvenes sudamericanos que llegan a Europa: una feroz melancolía provinciana que los catapulta en la soledad y en la neurosis más paralizantes, o una euforia ecuménica de bárbaros hechizados por los prestigios más artificiales y llamativos de la vida bohemia, que lleva a perderse, a disolverse en un cosmopolitismo invertebrado e irreal. Cisneros ha sorteado felizmente estas dos trampas, y aunque corta, su experiencia europea le ha sido sumamente provechosa: ha ensanchado su visión del mundo, ha disciplinado su vocación, ha fortalecido espiritual y emocionalmente su personalidad de creador. La trayectoria de este enriquecimiento puede advertirse con nitidez en las tres partes que componen Canto ceremonial contra un oso hormiguero."

En ese Londres Vargas Llosa le presentó a Guillermo Cabrera Infante. Cisneros coincidió en esa ciudad con José Carlos Becerra, con Hugo Gutiérrez Vega, con José Emilio Pacheco. (De paso: es...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR