Desde la Casa Manzanero

AutorRosa Santana

MÉRIDA,YUC.- "¡Nooo! Si me retiro, me muero...", exclamó el compositor Armando Manzanero el pasado 11 de diciembre, en la que probablemente fue su última entrevista, cuando el reportero Jesús Mejía, del portal Lector.mx, le preguntó si había considerado tal posibilidad.

"Vamos a ver qué dice el de arriba. Yo me siento bien. Estoy componiendo ahora", le aseguró en la fugaz charla que tuvo lugar en el elevador del centro comercial Paseo 60, en donde, junto con el gobernador Mauricio Vila Dosal y el secretario de Turismo Miguel Torruco Marqués, acababa de cortar el listón inaugural de la Casa Manzanero, un recinto museográfico consagrado al artista y su obra.

Fue un homenaje que, en su última aparición pública, agradeció se le rindiera en vida.

El museo, que corona el modernista centro comercial, consta de cuatro salas de exhibición en cuyo reducido espacio, con apoyo de la tecnología, se compactan las siete décadas de trayectoria artística del "yucateco más universal", sin descuidar sus raíces genealógicas y originarias. Se ofrece al visitante incluso la oportunidad de cantar a dueto con el maestro Manzanero en una diminuta cabina de grabación.

La primera sala, que lleva por título "Nunca en el mundo", muestra los orígenes del bolero, uno de los géneros más representativos de Latinoamérica, "un estilo de identidad musical que revoluciona la forma de cantarle a la vida y al amor". Surgió en Cuba a finales del siglo XIX, incorporando estilos de la música gitana, europea, española y ritmos africanos. Pepe Sánchez, un sastre sin formación musical, compuso el primero, "Tristezas", en Santiago de Cuba. Su popularidad se aceleró gracias a la radio y a la creciente producción de acetatos.

"Bajo del modernismo, el bolero incorpora estilos afrancesados y de lenguaje, ingresa a México por la Península de Yucatán y, a través de trovadores yucatecos, surge un estilo único el cual será el germen para artistas posteriores, como Guty Cárdenas (1905-1932), el mayor exponente de la Trova Yucateca", se detalla.

La línea del tiempo, que recorre de 1883 a 1950, pasa por compositores de la talla de Agustín Lara, María Grever, Lorenzo Bar-celata, Esparza Oteo, Gonzalo Curiel, Consuelo Velázquez, Miguel Matamoros y Nilo Meléndez, entre otros, hasta los inicios de Armando Manzanero Canché, quien nació en Ticul, Yucatán, en 1935 -el mismo año en que murió el intérprete argentino Carlos Gardel-, aunque se forjó en Mérida.

En esa sección, cuyo título alude a su primera...

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