Caso Ayotzinapa Prefabricada, la "verdad histórica" de la PGR

AutorAnabel Hernández y Steve Fisher

El 8 de octubre del año pasado los hermanos Miguel Ángel y Osvaldo Ríos Sánchez viajaron a Cuernavaca; fueron a comprar ropa barata para surtir su pequeña tienda, en Iguala. El dueño del comercio era Osvaldo; Miguel Ángel lo ayudaba para ganar más dinero pues su esposa, Viridiana, estaba embarazada.

Pero ese día fueron detenidos por agentes de la Policía Federal Ministerial (PFM) con el apoyo de la Marina. Confundieron a Osvaldo con Salomón Pineda Villa, cuñado del alcalde de Iguala.

En helicóptero se llevaron a los hermanos a Iguala y en el trayecto amenazaron a Miguel Ángel con lanzarlo desde el aire; después les ordenaron asumir la responsabilidad por la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, ocurrida el 26 de septiembre. Luego -como consta en los expedientes de la PGR que los reporteros consultáronlos marinos llevaron a los hermanos al paraje La Parota, en Iguala. Los obligaron a cavar una fosa en la cual "iban a quedar", les dijeron. Después vino la tortura para ambos: asfixia con bolsas de plástico en la cabeza, toques eléctricos, golpes y más golpes.

Así se lo contó Miguel Ángel -preso en el penal federal de Tepic- a su esposa. "Los federales", dice Viridiana en entrevista, querían que firmaran una declaración que ya llevaban hecha. "Firmaron, pero fue a base de tortura", señala.

El caso de los hermanos Ríos Sánchez es muestra de cómo la Procuraduría General de la República (PGR) investigó la desaparición de los 43 normalistas.

Declaraciones contradictorias

A casi ocho meses de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa el caso es un rompecabezas donde las piezas no encajan. Después del ataque de Iguala la PGR detuvo a 99 personas. Los reporteros revisaron las declaraciones de 27 de ellas (incluidas en el expediente de la causa penal 100/2014), rendidas entre octubre de 2014 y el pasado enero: en ellas hay numerosas versiones e incluso narraciones completamente distintas de quienes confesaron haber participado en los hechos.

Al menos 17 de esas 27 personas, según los dictámenes médicos de la PGR, estaban golpeadas. Pero al margen de esas declaraciones, desde mediados de octubre la procuraduría ya sabía cómo iba a acabar la historia: a los estudiantes los encontrarían "totalmente calcinados" y sería "imposible identificarlos".

En la foja 293 del tomo XIII de la averiguación previa PGR/SEIDO/UEIDMS/439/2014, la SEIDO asentó: "Al parecer fueron quemados hasta su total calcinación, por lo que posiblemente si se llegaran a encontrar dichos restos, sea imposible identificarlos". Esta afirmación surgió de testimonios y declaraciones rendidas ante la PGR hasta el 17 de octubre.

De entre esas...

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