El caso del "Chapo": mitos y circo, con olor a cadena perpetua...

AutorJ. Jesús Esquivel

WASHINGTON.- Eduardo Balarezo rechaza ser etiquetado como narcoabogado y, aunque defiende a uno de los traficantes más reconocidos en el mundo, Joaquín Guzmán Loera, dice en entrevista: "Yo a Joaquín lo considero un cliente, no El Chapo, el dicho líder del Cártel de Sinaloa, ni como a un gran narcotraficante como lo pinta la fiscalía", es decir el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Sin embargo, admite que Guzmán "tiene un perfil en los medios muy alto, un perfil en el negocio legal muy alto y sé que viene con mucho bagaje; es diferente y un poco más difícil".

Antes de asumir la defensa legal de Guzmán Loera en Nueva York, Balarezo ya había representado en la corte federal del Distrito de Columbia a dos figuras sobresalientes del narcotráfico mexicano; Alfredo Beltrán Leyva El Mochomo y Zhenli Ye Gon. Perdió esos dos casos. Guzmán Loera es acusado en Estados Unidos de tráfico de drogas, lavado de dinero y homicidio, entre otros delitos por los que podría ser sentenciado a cadena perpetua.

Clientes de Balarezo conocían a los representantes legales del presunto cabecilla de una de las facciones del Cártel de Sinaloa. A éste, dice el litigante, "lo conocí en febrero de 2017, un mes después de que llegó extraditado a Estados Unidos".

Entonces iniciaron sus contactos formales con la esposa y una hermana de Guzmán, Ema Coronel Aispuro y Bernarda, respectivamente. "Me pidieron que lo fuera a visitar a Nueva York, fui y empezó la relación", comenta.

-¿Con quién de la familia de Guzmán Loera definió el costo de sus honorarios para defender al Chapo? -se le pregunta.

-Esos temas son confidenciales; el acuerdo se hizo con el cliente, con Joaquín.

-¿Le han pagado?

-Nunca entro al caso sin haber recibido algo y he dicho muchas veces que he recibido una parte del pago, no todo.

Evitando revelar el monto que fijó en el contrato para defender a quien el gobierno de Estados Unidos cataloga como el nar-cotraficante más poderoso y peligroso del planeta, Balarezo se limita a decir que hasta el momento ha recibido "25%" de sus honorarios. Tampoco revela quién le entrega directamente su dinero. "Puedo decir que no es Ema, pero no puedo decir quién me paga", comenta.

Se ríe cuando añade que el gobierno estadunidense propaga mitos sobre su cliente, como ese de que el Departamento del Tesoro le quiere decomisar 14 mil millones de dólares. "Nunca los van a obtener, nunca le han quitado ni un centavo que yo sepa. Pero es algo para el circo que se ha vuelto este caso, porque es una cifra increíble. La gente va a ver la cifra y a pensar que este hombre es un millonario. Es ridículo", señala.

Por tratarse de...

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