En el caso Duarte, chantajes políticos, más que ánimo de justicia

AutorJesusa Cervantes

El priista Javier Duarte se separó del gobierno de Veracruz dejando al estado inmerso en una crisis política cuyos efectos muy probablemente se reflejarán en las elecciones de 2017 y en las presidenciales de 2018, además de que podrían generar una crisis de gobernabilidad. El vacío de poder que vive la entidad caldea los ánimos en los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional. Faltan seis semanas para que el panista Miguel Ángel Yunes Linares tome las riendas, y en el seno de ambas organizaciones sus militantes piden las cabezas de uno y otro político.

La sorpresiva solicitud de licencia de Duarte, hecha el lunes 10, afectó a Yunes Linares, quien dijo tener datos sobre la corrupción de su predecesor, aunque ofreció revelarla en diciembre, cuando tome posesión como gobernador. También se quejó de que los priistas pretenden impedir que asuma el cargo, programado para el 1 de ese mes.

Y fue más allá. Un par de semanas antes de la solicitud de licencia de Duarte hizo llegar a Enrique Peña Nieto un informe que alcanza a la empresa Evercore, de Pedro Aspe Armella, según informes internos de Los Pinos obtenidos por Proceso.

La decisión de la salida de Duarte también impactó la actuación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que de manera inesperada decidió suspender la discusión sobre la ratificación o anulación de la elección del pasado 5 de junio, en la cual Yunes Linares se impuso a su rival priista.

Duarte anunció su solicitud de licencia en una emisión de Televisa en la Ciudad de México, en la que también emplazó a debatir a Yunes Linares, quien días después desestimó la propuesta en ese mismo espacio y aprovechó para anunciar que revelará información que "cimbrará al país".

El panista tampoco aceptó sentarse a dialogar con el presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, quien pidió una investigación contra el gobernador electo por presunto enriquecimiento ilícito.

Horas después del arrebato de Duarte, Yunes insistió: "El régimen quiso y quiere impedir que tome posesión como gobernador". De inmediato en los pasillos de San Lázaro corrió la versión de que ya se negociaba la llegada de Yunes Linares a Veracruz a cambio de aprobar, con modificaciones mínimas, el paquete económico enviado por el presidente Peña Nieto al Congreso.

Jesús Zambrano, vicecoordinador de la bancada del Partido de la Revolución Democrática en San Lázaro, comentó: "Hay quienes han alertado o advertido que ante la crítica de liderazgos del PAN al paquete económico 2017, se pretenda utilizar como suerte de moneda de cambio. Yo no tengo elementos para decirlo".

Y agregó: "El quid pro quo (una cosa por otra) pudiera ser en términos de que se le abra formalmente un proceso a Duarte (y se le consigne, porque hasta el momento sólo se le abrió una averiguación previa pero...

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