Caso Gordillo: debilidad institucional

AutorJesús Cantú

De acuerdo con lo divulgado en el periódico Reforma, la sentencia del magistrado Miguel Ángel Aguilar López, del Primer Tribunal Unitario Penal, "los recursos que en la causa penal... se tildaron de ilícitos no lo son... y fueron ejercidos de acuerdo con los linea-mientos y disposiciones del estatuto del SNTE, gremio que a través de sus órganos revisores y decisorios avaló esos egresos".

Lo anterior implica que entre 2008 y 2012 la maestra destinó mil 978 millones de pesos del sindicato para sufragar gastos personales, lo cual revela la incapacidad recaudatoria del sistema tributario mexicano. Todo indica que esta millonaria cifra jamás fue declarada como ingreso personal de la maestra; por lo tanto, no se pagaron los impuestos correspondientes. El caso no es una excepción sino la regla en México y explica las bajas recaudaciones a pesar de las altas tasas impositivas. Pero ésta es apenas la primera debilidad.

La segunda debilidad institucional aflora en la Procuraduría General de la República, incapaz de integrar un expediente jurídico con la suficiente solidez para lograr un fallo condenatorio en alguno de los delitos de los que acusó a la maestra: operación con recursos de procedencia ilícita, delincuencia organizada y delitos de defraudación fiscal (aunque todos por montos muy pequeños), pues finalmente en todos resultó exonerada. Esto tampoco es una excepción. Un porcentaje importante de las exoneraciones es el resultado de expedientes mal integrados o violaciones al debido proceso, lo cual, desde luego, incide en el alto índice de impunidad que prevalece en México.

La tercera debilidad, todavía más preocupante, es en el Poder Judicial, pues la sentencia dada a conocer el martes 6 muestra dos hechos muy relevantes: uno, la posibilidad de privar de su libertad por varios años a personas inocentes; dos, el sometimiento de los integrantes del Poder Judicial a los dictados del Poder Ejecutivo.

De acuerdo con la sentencia emitida por el magistrado el martes 6, Gordillo estuvo encarcelada cinco años, cinco meses y 11 días y, finalmente, fue absuelta. Esto tampoco es una excepción, toda vez que las cárceles están llenas de personas cuyos procesos penales se prolongan indefinidamente sin que se dicte sentencia alguna.

Otro caso representativo de esto es el de Daniel García Rodríguez, quien lleva casi 16 años y medio encarcelado sin sentencia alguna, como se dio cuenta en el portal de Proceso en un reportaje de Patricia Dávila publicado el 31...

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