Caso Álvarez Machain: hasta donde llega la rabia de Washington

AutorCarlos Puig

WASHINGTON, DC- Desesperados por cinco años de investigación, presiones, denuncias y rencores acumulados, que no han resultado en encarcelamiento en Estados Unidos de los autores intelectuales del asesinato de su compañero Enrique Camarena, los agentes de la Drug Enforcement Administration (DEA) se saltaron las trancas protocolarias e hicieron traer de México al médico Humberto Álvarez Machain, acusado de haber tratado al Kifei Camarena con inyecciones de lidocaí-na para que su corazón resistiera mientras era torturado e interrogado por sus captores y luego asesinos.

La acción policiaca, sin embargo, podría costarle a la DEA la tan celebrada buena relación de trabajo e intercambio de información que tiene con la Procuraduría General de la República (PGR), desde la toma de posesión de Carlos Salinas de Gortari.

Mientras que la protesta mexicana y la aparente incertidumbre de las altas autoridades estadunidenses han provocado que se levante una cortina de humo acerca de las particularidades del arresto del doctor Álvarez, las versiones del hecho se multiplican:

Su abogado dice que los autores fueron agentes judiciales; su esposa los describe como tres mexicanos y "otro con apariencia de extranjero"; la DEA promete una investigación para saber qué sucedió el mediodía del 2 de abril (de 1990), mientras la cancillería mexicana califica los hechos como "posible secuestro" y "enérgicamente" exige explicaciones. A su vez, el presidente Salinas de Gortari declaró el 18 (de abril) que "actuaremos con energía contra quienes, combatiéndolos (a los narcotrafi-cantes), violen leyes y derechos humanos, se trate de nacionales o extranjeros".

Hasta el momento la versión más extensa ha venido de Elaine Shannon, reportera de la revista Time, autora del libro Desperados, sobre el caso Camarena, y periodista consentida de la DEA, que en otras ocasiones le ha dado primicias y adelantos de las acciones de la fiscalía de Los Ángeles.

Por ella se sabe que Álvarez Machain fue llevado a El Paso, Texas, en un pequeño avión privado, custodiado por tres hombres que se identificaron como policías; que el arresto lo hizo el agente especial de la DEA y coordinador de la Operación Leyenda II, Héctor Berrellez, quien trasladó al prisionero a Los Ángeles. Poca luz da Shannon respecto a los autores materiales del secuestro en Guadalajara, a los que califica de un "equipo sombrío" al que la DEA habría pagado 100 mil dólares.

Proceso confirmó que, en efecto, la operación para...

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