Las castas, pinturas de la pigmentación novohispana

MONTERREY, NL.- En el siglo XVIII, los colonizadores ibéricos del virreinato de la Nueva España ocupaban los más altos cargos de la administración pública.

Y también se sentían racialmente superiores. En su necesidad por demostrar en Europa que eran la clase dominante en el territorio de lo que hoy es México, el virrey Fernando Alencastre Noro-ña y Silva, duque de Linares, encargó al artista Juan Rodríguez Juárez 16 pinturas para ilustrar las mezclas raciales del espacio conquistado.

La colección que data de 1710 fue presentada en España al rey Felipe V y su corte.

Esta muestra pictórica dio inicio a una expresión artística, única en la historia del arte, que actualmente es conocida como las pinturas de las castas mexicanas.

Los retratos están reunidos hoy en la Galería de Castas Mexicanas, Rostros de Nuestro Mestizaje, exhibida en el Museo de Historia Mexicana (MHM) de esta ciudad.

Las 119 obras, en exposición permanente, expresan una taxonomía irreal de los habitantes del territorio colonizado y tienen como característica general la presentación de una pareja de hombre y mujer, con un hijo pequeño, producto de su unión.

Había, en ese tiempo, españoles, indios y negros. Sus combinaciones eran clasificadas en castas, término derivado del que se empleaba para categorizar las mezclas de caballos.

Carlos Federico Campos Rivas, especialista en historia del arte, explica que en esta serie de trabajos, elaborados por encargo, había un mensaje aspiracional de la clase dominante española en América con una intención distorsionada, pues a través de una clasificación arbitraria eran representados estereotipos que posicionaban al español de piel blanca en la cima de la pirámide racial y social, en lo que él denomina la pigmentocracia de la época:

"Estas pinturas expresan un discurso de las élites coloniales para legitimar su posición en la pirámide social. Fueron enviadas a Europa como curiosidades para mostrar el exotismo del Virreinato de la Nueva España", explica.

Con el paso de los años, el discurso de las castas implosionó y se deshizo, porque las mezclas raciales fueron desordenadas e incontrolables y quedó demostrado que no había una raza pura.

Postales novohispanas

La galería de las castas es un tesoro artístico que tardó dos años en ser instalado, explica Elvira Ramos, contacto de prensa de los tres museos de Nuevo León, entre los que se encuentra el MHM, que redise-ñó su espacio para hospedarla en cuatro salas.

La coleccionista regiomontana Lydia Sada de González, dueña de toda la colección, tardó 50 años en reunir el conjunto y lo cedió en comodato para el recinto, que lo presentó al público en agosto del año pasado.

Ella hizo el acopio de las piezas en numerosos países de América y Europa, donde estaban dispersas. La exhibición fue organizada con respaldo del gobierno de Nuevo...

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