Cerco militar en Guanajuato

AutorVerónica Espinosa y Rodrigo Vera

Guanajuato, GTO.- El pasado 23 de enero el arzobispo de León, José Guadalupe Martín Rábago, exhortó al crimen organizado a permitir que los peregrinos vengan a Guanajuato para ver al Papa Benedicto XVI, quien estará en la entidad a finales de este mes: "Que colaboren siquiera permitiendo que todas estas personas vengan a un acto totalmente respetable. Que no lo aprovechen para hacer algo que pudiera llevarnos a una experiencia de duelo y muerte", pidió.

Su petición -interpretada como un llamado a la tregua- obtuvo respuesta a los pocos días, cuando aparecieron 11 narco-mantas en varios municipios guanajuaten-ses. En ellas la organización Los Caballeros Templarios aceptó la propuesta a condición de que a su cártel rival, Nueva Generación, se le impida operar en Guanajuato. Pero esta promesa del crimen organizado no resulta confiable para el Estado Mayor Presidencial (EMP), que asumirá el control del viaje papal: coordinará todos los cuerpos policiacos en el estado, pedirá acreditaciones hasta de los altos jerarcas eclesiásticos, vigilará rigurosamente el flujo de peregrinos y acordonará las ciudades donde estará el pontífice.

El martes 28 de febrero el gobernador de Guanajuato, el panista Juan Manuel Oliva, adelantó: "A partir del próximo 10 de marzo el Estado Mayor Presidencial asumirá el control de la seguridad en el estado de Guanajuato para asegurar la tranquilidad durante la visita del Papa".

Por su parte, Ricardo Sheffield y Édgar Castro, alcaldes de León y de Guanajuato, respectivamente, han advertido a la población que los militares aplicarán un recio "cerco" en ambas ciudades. Los tres funcionarios señalan que el EMP coordinará a las policías municipales, estatales y federales desde días antes de la llegada del Papa, quien estará en Guanajuato del 23 al 26 de marzo.

En suma, el viaje de Benedicto XVI quedará bajo el control de este cuerpo de élite integrado por mil 891 efectivos del Ejército, Fuerza Aérea, Marina y especialistas civiles. Su función es cuidar la seguridad del presidente de la República y de los jefes de Estado que lo visitan. Ahora también dará protección a las casi 3 millones de personas que vendrán a ver al Papa.

Mientras tanto, desde enero -cuando se confirmó el viaje de Benedicto XVI-, representantes del EMP y de la Conferencia del Episcopado Mexicano se han reunido para coordinar la seguridad y la logística.

Manuel Corral, vocero del episcopado y quien participó en estos encuentros, comenta: "El objetivo de las reuniones es garantizar la seguridad del Papa y de los fieles. Puede haber fanáticos, gente enferma o cualquier otra persona que intente no digamos...

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