Chalecos Amarillos, tres meses y contando...

AutorAnne Marie Mergier

PARÍS.- Indefinible, imprevisible, sin líderes ni organización, el movimiento de los Chalecos Amarillos lleva ya tres meses desafiando al presidente Emmanuel Macron al tiempo que sacude a la sociedad y al sistema político de Francia.

Empezó el 17 de noviembre con una protesta de habitantes de zonas rurales y "periurbanas" contra el alza al impuesto a los combustibles; se convirtió luego en revuelta contra las injusticias fiscales y sociales y en rechazo a las élites políticas, económicas e intelectuales.

Sábado tras sábado, miles de provincianos "suben" a París o marchan en las grandes ciudades francesas exigiendo la renuncia de Macron y, de manera confusa y heterogénea, cambios más o menos radicales del "sistema".

Sábado tras sábado el guion es el mismo: al atardecer las manifestaciones degeneran, se multiplican escenas de vandalismo y en-frentamientos cada vez más brutales entre las fuerzas del orden y los Chalecos Amarillos radicalizados, infiltrados por grupos de ultraderecha o de ultraizquierda, cuya única meta es, según sus propias palabras, "crear un caos preinsurreccional".

Al iniciarse, la protesta movilizó a unas 300 mil personas en toda Francia. El sábado 9, 51 mil 400 manifestantes salieron a las calles, según las autoridades; el doble, según los Chalecos Amarillos, que recientemente se dotaron de un sistema de con-teo propio.

"Ley Antivándalos"

Los pasados martes 12 y jueves 14, el primer ministro, Edouard Philippe, y el ministro del Interior, Christophe Castaner, dieron a conocer el balance judicial de estos tres meses de protestas.

Castaner precisó que habían arrestado a 8 mil 400 personas y que 7 mil 500 de ellas habían sido mantenidas bajo custodia durante horas; en ciertos casos, durante una noche. Philippe señaló que mil 796 manifestantes habían sido enjuiciados y condenados por su implicación en los disturbios y que mil 422 más estaban en espera de juicio, 316 de ellos en prisión preventiva.

Inquietante es también la llamada "Ley Antivándalos", que la Asamblea Nacional adoptó en primera lectura el martes 5.

Desbordado por la repetición de las manifestaciones semanales de los Chalecos Amarillos, el gobierno buscó endurecer la represión y para hacerlo optó por "re-ciclar" un proyecto de ley elaborado por el partido de Los Republicanos, aprobado por el Senado -donde la derecha es mayorita-ria- en octubre de 2018, pero no discutido en la Cámara de Diputados, donde La República en Marcha es mayoría.

De nada sirvieron los...

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