"El Chapo" remece El Altiplano

AutorAnabel Hernández

Hace un año Joaquín El Chapo Guzmán, uno de los dos líderes del poderoso Cártel de Sinaloa, fue capturado e internado en el penal de máxima seguridad El Altiplano, en Al-moloya, Estado de México.

Ahí le fueron impuestos el uniforme caqui y el número 3578. Se halla en el módulo 1, en la zona de Tratamientos Especiales, donde están los presos de mayor peligrosidad. Se supone que ahí se aplica un dispositivo de seguridad muy riguroso y el capo -considerado por la administración antidrogas estadunidense (DEA) como el más poderoso del mundo- está aislado del resto de los reclusos. Se supone que está neutralizado. Se supone.

Pero en sólo siete meses El Chapo ha violado dos veces el supuesto cerco de máxima seguridad. En julio pasado organizó junto con Edgar Valdez Villarreal, La Bar-bie -antiguo sicario del Cártel de los Beltrán Leyva- una huelga de hambre masiva en la cárcel. Y el pasado 25 de febrero, tras semanas de organización, formó parte de una nueva rebelión en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1.

La huelga en la cual participaron más de mil internos (Proceso 1968) tuvo origen en presuntas violaciones a sus derechos: condiciones insalubres, comida podrida, mala atención médica y ningún respeto a los horarios de visita familiar o íntima, entre otros. En su momento el gobierno federal intentó minimizar los hechos.

El pasado 25 de febrero, tres días después del primer aniversario de su reaprehensión, El Chapo y 139 presos más del Altiplano sumaron fuerzas y denunciaron ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) presuntos malos tratos y venta de prebendas por parte del director técnico del penal, Librado Carmona García.

Entre los quejosos, además del Chapo, están su hermano Miguel Ángel Guzmán Loera; La Barbie; los viejos capos Miguel Ángel Félix Gallardo y Pedro Díaz Parada; Rogaciano Alba; Ramón Alcides Magaña, El Metro; Javier Torres Félix, El JT; así como sus otrora enemigos Héctor Beltrán Leyva; Mario Alberto Cárdenas Guillen, hermano de Osiel, exlíder del Cártel del Golfo; Teodoro García Simental, exlugarteniente de los hermanos Arellano Félix, del Cártel de Ti-juana; y Sigifredo Nájera, El Camcón.

La queja de 11 cuartillas, redactada a mano y dirigida al presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez -a la cual Proceso tuvo acceso el día en que fue presentada-, está fechada en febrero de 2015 y en la Oficialía de Partes de la comisión se le asignó el número de folio 19066.

Tiene los nombres y firmas de los 140 denunciantes y fue escrita en hojas de block, rayadas, con las mismas características de las que venden en la tienda de la prisión.

Según la denuncia, Carmona García -director técnico- es quien realmente gobierna en el penal por encima del actual director general...

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