En Chihuahua, familias enteras pulverizadas

AutorVerónica Espinosa y Patricia Mayorga

SAUCILLO, CHIH.- Prósperos ganaderos, abarroteros, empresarios... los nueve hijos e hijas de Jacob Ponce Armendáriz supieron trabajar el legado de su padre e hicieron crecer negocios, familias y propiedades al tiempo que daban empleo a los habitantes de esta localidad y de la vecina Delicias.

Pero hace cuatro meses casi todos los miembros de este clan tuvieron que huir del estado a toda prisa, prácticamente con lo que traían puesto. Abandonaron casas, negocios, ranchos, empleados; dejaron a sus hijos sin escuela.

Una guerra sin cuartel se había desatado contra ellos. En los últimos tres años fueron víctimas de secuestros y homicidios (mataron a uno de los hermanos y a dos de los miembros más jóvenes de la familia). Sus propiedades -ahora lejos de su vigilancia- han sido saqueadas e incendiadas. Los ataques alcanzaron incluso a algunos de sus empleados, quienes han sido asesinados.

A los Ponce Ríos los persigue la delincuencia organizada que se asentó en esa región del centro de Chihuahua hace más de 20 años, pero que cobró fuerza el sexenio pasado.

Su decisión de denunciar, de acudir a todas las instancias estatales y federales, su empeño de buscar justicia luego de los primeros ataques en su contra se ha topado con la sordera -si no es que complicidad con las mafias- de las autoridades, las cuales incluso han pretendido hacer ver a los Ponce Ríos como delincuentes implicados en el trasiego de drogas.

La alternativa que les presentó el gobierno de Chihuahua -por conducto de la Fiscalía General (FG)- fue ofrecerles el traslado a otro estado amparados en nuevas identidades. No aceptaron "por desconfianza".

Por su cuenta, en distintas fechas entre marzo y abril de este año, 48 integrantes de la familia Ponce Ríos abandonaron todo y se reunieron fuera de Chihuahua. En su improvisado refugio hablaron con Proceso de sus vidas trastocadas, su in-certidumbre, su dolor y su coraje.

Sentados alrededor de una mesa en una de las viviendas donde literalmente se amontonan, están los hermanos Pon-ce Ríos: Víctor Manuel, Saúl, Armando, Jaime, Dora Elba y Jacobo junto con su madre, María de Jesús Ríos viuda de Ponce. Faltan Magdalena y Jorge Luis. Sigifredo, séptimo de los nueve hermanos, fue asesinado el pasado 11 de marzo último.

"Emocionalmente está uno como en arresto domiciliario; dañado, encerrado y sin poder hacer nada", describe uno de los hijos de Dora Elba, quien salió de Chihuahua con su esposa e hijos tras malbaratar su empresa de poliuretano.

Duermen sobre colchones y colchonetas amontonados en el piso. Hay herramientas y algunos aparatos eléctricos que alcanzaron a sacar de sus negocios. Consiguieron dos casas en un fraccionamiento con vigilancia, aunque eso no amaina el desasosiego. Uno de ellos pudo instalar un pequeño supermercado, en el cual tratan de ocuparse todos, "porque si nos quedamos quietos o se acaba el...

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