En Chivas, reglamento para la represión

AutorRaúl Ochoa

Es muy conocido el caso del delantero Ornar Bravo, el segundo mejor goleador en la historia de las Chivas del Guadalajara, exhibido públicamente y de la peor manera al quejarse de que la directiva encabezada por el empresario Jorge Vergara Madrigal obstaculizaba su proyección internacional, cuando intentaba contratarse en el fútbol de España.

Esto sucedió en agosto de 2006 al término del Mundial de Alemania. La respuesta no demoró. Aunque Bravo fue pieza fundamental en la conquista del título en el torneo Apertura de ese año, fue excluido de la escuadra y obligado por la directiva a entrenar con el equipo filial, el desaparecido Tapatío, entonces en la Primera A, de la división de ascenso.

También sufrió la exclusión en 2007 el emblemático jugador del Guadalajara Adolfo El Bofo Bautista. Después de ser sustituido en el terreno de juego durante las semifinales del torneo Apertura 2006, se lanzó contra el entonces entrenador José Manuel Chepo de la Torre, actual timonel de la Selección nacional.

El delantero Carlos Ochoa tampoco salió bien librado. Su directiva lo señaló como uno de los "culpables" de la mala campaña del equipo. Ni siquiera Alberto Medina, quien para entonces disfrutaba de los frecuentes llamados a la Selección tricolor, logró evitar el inapelable correctivo implementado por Vergara en agosto de 2009: fue enviado como refuerzo del Tapatío por tiempo indefinido.

¿Cuál fue el argumento que esgrimió la directiva para castigar a Medina? El club nunca precisó el tipo de falta cometida por el jugador, excepto que había violado el reglamento interno de las Chivas.

En el caso de Bravo, el equipo apeló a un artículo de su reglamento interno -sin mencionar siquiera el apartado o capítulo- que impide a sus jugadores manifestar cualquier inconformidad ante los medios de comunicación. Incluso, sin precisar detalles el entonces vicepresidente del equipo, Néstor de la Torre -despedido tiempo después por Vergara-, dijo el 18 de agosto de 2006 que el castigo a Bravo era legal, por lo que la medida no sería discutida.

A casi seis años de aquella suspensión se da a conocer el hecho por el cual Ornar fue sancionado por la directiva, donde ésta acusa a Bravo de haber violado el apartado 16 del reglamento interno del Club Deportivo Guadalajara, S.A. de C.V, del que Proceso tiene copia. En este documento se establece que "los jugadores tendrán la responsabilidad de abstenerse de hacer declaraciones públicas a la prensa, radio o televisión que...

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