Pero...está "El Chucho"

AutorRaúl Ochoa

Desde pequeño Christian Rogelio Benítez llamaba la atención. Sólo tenía cinco años cuando a punta de pelotazos destrozaba las tazas que atesoraba su abuela materna Dorcy López en una pequeña vitrina de su humilde hogar en Esmeraldas, Ecuador.

Pronto se convirtió en un rematador precoz, pero sumamente letal. "Los pollos se nos morían a veces y en otras teníamos que matarlos porque estaban tristes sin que supiéramos la verdadera razón. Decíamos que tal vez se trataba de la peste. Aun así nos los comíamos, pero únicamente la mitad o las partes del pollo que se conservaban en buen estado", recuerda su abuela.

Con el tiempo, Dorcy descubrió que la piel amoratada de los pollos no se debía a ninguna epidemia, sino a los pelotazos que les propinaba su nieto.

Christian Rogelio Benítez Betancourt, Chucho, nació el 1 de mayo de 1986 en Quito, y a los cuatro días pasó al cuidado de su abuela en Esmeraldas, población situada a 318 kilómetros de la capital del país.

"Lo tuve en pecho porque la mamá estudiaba en la universidad en Quito y no queríamos que nadie le fuera hacer algo a mi Christian. La mamá buscó alguien que lo atendiera, pero me opuse porque no he permitido que nadie maltrate a mis hijos; menos si se trata de un pequeño", cuenta Dorcy.

Ella se encargó de la crianza del pequeño. Sustituyó la leche materna con una fórmula láctea que le preparaba el pediatra. El chico permaneció con su abuela hasta los seis años, cuando su madre Rita Betancourt se lo llevó a Quito; sin embargo, al poco tiempo el pequeño regresó de nuevo con su abuela.

El padre biológico de Chucho es Ermen La Pantera Benítez, figura histórica en el fútbol ecuatoriano. Se le considera como el máximo goleador del balompié en ese país, con 191 anotaciones. También fue el primer futbolista ecuatoriano que jugó en Europa.

La Pantera nunca se ocupó del pequeño, a quien abandonó. "En toda su vida sólo le compró un par de zapatos. Nunca supo lo que el niño necesitaba", sostiene Dorcy.

El nacimiento de Chucho fue producto de una relación fuera del matrimonio, pues Ermen ya tenía formado un hogar cuando conoció a Rita. Chucho no volvería a saber más de su padre, sino hasta años después.

La situación económica y las carencias obligaron a los progenitores a buscar nuevos horizontes fuera del país: la madre, licenciada en jurisprudencia, se fue a cuidar ancianos a Perugia, Italia, donde radica desde entonces. Por su parte, Ermen se marchó a Estados Unidos a dirigir escuelas de fútbol en...

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